Rodeada de mar y montañas, la isla de Jeju es un pequeño paraíso de paz donde lugareños y turistas acuden a relajarse. Jeju está salpicada de paisajes volcánicos, coladas de lava, cascadas, huertos de cítricos, bosques y playas. Su flora, fauna y espectáculos geológicos le han valido la protección como Reserva de la Biosfera, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y Geoparque Global. Declarada una de las Siete Maravillas de la Naturaleza en 2011, la isla hace claramente honor a su sobrenombre. A veces se la compara con Hawai por su ambiente zen y sus hermosas playas, muy populares durante los meses de verano. Este pequeño remanso de paz está dividido en cuatro partes bien diferenciadas: la ciudad de Jeju al norte, Seogwipo al sur, Seongsan al este y, por último, Aewol al noroeste.
Es un lugar ideal para relajarse o hacer senderismo en un fin de semana fuera de Corea continental.