Las aguas subterráneas son de tan alta calidad porque han sido filtradas a través de capas de roca y minerales antes de subir a la superficie, enriqueciéndolas con minerales y oligoelementos. Las aguas termales de Suiza suelen ser ricas en sulfatos, bicarbonatos, sodio y calcio, entre otros minerales. Estos minerales tienen propiedades terapéuticas. Pueden aliviar el dolor y la rigidez de las articulaciones, mejorar la circulación sanguínea y ayudar a curar ciertas enfermedades de la piel. Las aguas termales suizas también tienen propiedades bactericidas que pueden ayudar a limpiar heridas y prevenir infecciones.
