La historia de la iglesia de San Pablo de Valladolid se remonta al siglo XIV. Comenzó a construirse en 1445, durante el reinado del rey Juan II de Castilla, en el emplazamiento de una antigua capilla dedicada a San Pablo, que le dio el nombre.
La construcción se ralentizó en el siglo XV debido a problemas financieros, pero finalmente se terminó en el siglo XVI.
El interior de la iglesia también se ha enriquecido a lo largo de los siglos. En el siglo XV se añadieron bóvedas góticas estrelladas, que dieron al espacio una sensación de grandeza y verticalidad. Se construyeron capillas laterales para albergar altares y retablos, lo que aumentó la riqueza artística de la iglesia.
Uno de los elementos más famosos de la iglesia de San Pablo es su retablo mayor. Creado por artistas como Juan de Juni y Juan de Ancheta en el siglo XVI, el retablo está considerado uno de los mejores ejemplos de escultura y pintura de este periodo en España. Presenta escenas bíblicas y detalladas esculturas de santos y figuras religiosas.