En el extremo sur de España, en Andalucía, las casas de 19 localidades son la muestra del paso del tiempo en la vida humana. Pueblos Blancos, se les llama, a estos conjuntos de casas con paredes que fueron pintadas con cal hace más de seis siglos y que ahora forman parte de una ruta codiciada por quienes amamos viajar entre callejuelas con lindas casas y empedrados, murallas y paisajes naturales.
Andalucía, situada en un lugar privilegiado, en el extremo meridional de Europa, frente a África; entre el Atlántico y el Mediterráneo, siempre fue codiciada. Pasó por las manos de íberos, fenicios, griegos, visigodos, moros y cristianos, dejando a su paso vestigios tanto físicos como culturales, que aún se imprimen en las tradiciones, costumbres y paredes. Los Pueblos Blancos coronan cumbres que se levantan junto con murallas y castillos, todo construído para defenderse de los enemigos, siempre deseantes.