Viejo Coso, la primera plaza de toros y ahora joya preciosa de Valladolid

La historia de la Plaza del Viejo Coso se remonta a 1833, cuando se construyó como la primera plaza de toros de Valladolid. Su nombre, "Viejo Coso", significa literalmente "plaza de toros vieja".

La construyeron como parte de una serie de reformas y cambios que hicieron en el urbanismo en Valladolid en el siglo XIX, y mudaron aquí las fiestas taurinas que antes se organizaban en la Plaza Mayor y en la Puerta del Campo. Durante setenta años, esta estructura octagonal recibía a los taurómanos a celebrar esta tan española tradición.

En 1890 se construyó otra plaza, la del Paseo Zorrilla, y la Plaza del Viejo Coso se quedó deshabitada y poco después abandonada. Con el quiebre de siglo, la milicia ocupó el octágono, haciéndolo cuartel de la Guardia Civil; a modo de corrala hicieron 45 viviendas entre el primer y segundo piso, y en la planta baja pusieron el comedor, el salón de armas y el despacho del comandante.

En los años 60 movieron el cuartel a Segovia y una vez más la Viejo Coso quedó en el abandono. No fue sino hasta 20 años después que se rehabilitó el recinto para darle la vida que tiene ahora: un recinto habitacional con un parque central, balcones y uno de los ambientes más tranquilos de todo Valladolid.

Los edificios aún lucen con orgullo su fachada de ladrillo, mientras que dos pasajes de techos de madera conducen a las concurridas calles de San Quirce y San Ignacio, conectando esta suerte de isla histórica con el centro de la ciudad. Adentro, los dos niveles de balconcillos de barandillas de hierro limitan los corredores de madera que alguna vez condujeron a los palcos de quienes aman la tauromaquia.

Este es uno de los lados más antiguos y poco visitados de Valladolid. Ahora es una zona residencial con mucho encanto y un parque central tranquilo, pero alguna vez fue la gran primera plaza de toros de la ciudad. Venir aquí es entrar en el corazón de la cultura hispana, aun cuando esta tradición suscite los debates más acalorados.

La Plaza del Viejo Coso está enmarcada por encantadores edificios que reflejan la arquitectura tradicional de la región. Las arcadas, los balcones de hierro forjado y las coloridas fachadas añaden un toque pintoresco al entorno, proporcionando una atmósfera auténtica y cautivadora. Es un lugar de regocijo para fotógrafos –amateurs y profesionales–, que tengan ganas de captar la verdadera esencia de la ciudad.

No es un lugar que tome mucho tiempo visitar, pero sí que merece la pena darse la vuelta. Puedes combinar fácilmente tu visita a la Plaza del Viejo Coso con el descubrimiento de otros lugares de interés, como la Catedral de Valladolid, la Plaza Mayor o el Museo Nacional de Escultura.

Puede que esta plaza no sea muy conocida para el gran público, pero es una forma estupenda de ver el encanto de la ciudad y la cultura del país. Si vas a ir, asegúrate de utilizar tu GPS para saber dónde está, para no perderte por las calles (aunque eso también puede ser un buen plan). 

Aquí tienes la dirección:

Pl. Viejo Coso, 47003 Valladolid, Spain

Para llegar a la plaza, puedes tomar la línea 1 de autobús, que da servicio a la plaza. 

Sin embargo, si prefieres caminar para explorar al mismo tiempo las estrechas calles, la Plaza Mayor está a sólo 10 minutos a pie. Puedes acudir a la oficina de turismo para recoger un mapa de la ciudad que te ayude a encontrar la plaza.