Inaugurado en 1998, el Hemisfèric fue el primer edificio de la Ciudad de las Artes y las Ciencias que abrió sus puertas al público. Si el Hemisfèric fue bautizado por su diseñador Santiago Calatrava como "el ojo del conocimiento abierto al mundo", no es por nada. En efecto, el edificio se construyó en forma de ojo, con un casco semiesférico, y se colocó sobre una superficie de agua. A cada lado, unos parasoles laterales, como dos párpados gigantescos, se abren para revelar la estructura interna del edificio.
