Destino a veces criticado por su hormigonado y sus centros turísticos abarrotados en verano, la Costa Brava revela sus encantos a quienes saben acercarse a ella con autenticidad: por sus playas y su sol, por supuesto, pero también por su arte de vivir, su cultura, su naturaleza preservada, sus actividades al aire libre y sus secretos contados solo a quienes están dispuestos a descubrirlos.
En sólo una semana en la Costa Brava, tendrás suficiente para elaborar un programa de vacaciones muy agradable, variado y exótico. La densidad de la Costa Brava en cuanto a lugares de interés turístico nos permite elaborar un itinerario en el que las distancias a recorrer siguan siendo limitadas –preferimos pasar el tiempo en las playas, antes que en las carreteras.
De Cadaqués a Tossa de Mar, pasando por Figueres o Tamariu, un primer descubrimiento para desbaratar los prejuicios sobre la Costa Brava. Un destino de fácil acceso, después depende de ti volver, seguir explorando o incluso convertirte en un auténtico asiduo.