Vayamos directamente al meollo de la cuestión, nada más llegar a la Costa Brava. Una parada en Figueres, de camino, es imprescindible para descubrir un lugar tan sorprendente como creativo, el Teatro-Museo creado por el niño del país, Salvador Dalí. Hay tanto que ver, que es fácil pasar allí una mañana entera.
Destino a veces criticado por su hormigonado y sus centros turísticos abarrotados en verano, la Costa Brava revela sus encantos a quienes saben acercarse a ella con autenticidad: por sus playas y su sol, por supuesto, pero también por su arte de vivir, su cultura, su naturaleza preservada, sus actividades al aire libre y sus secretos contados solo a quienes están dispuestos a descubrirlos.
En sólo una semana en la Costa Brava, tendrás suficiente para elaborar un programa de vacaciones muy agradable, variado y exótico. La densidad de la Costa Brava en cuanto a lugares de interés turístico nos permite elaborar un itinerario en el que las distancias a recorrer siguan siendo limitadas –preferimos pasar el tiempo en las playas, antes que en las carreteras.
De Cadaqués a Tossa de Mar, pasando por Figueres o Tamariu, un primer descubrimiento para desbaratar los prejuicios sobre la Costa Brava. Un destino de fácil acceso, después depende de ti volver, seguir explorando o incluso convertirte en un auténtico asiduo.
Figueres, Port Lligat: jornada dedicada a Salvador Dalí
Luego, una carretera serpenteante te lleva al mar, a Cadaqués, que aún conserva los últimos relieves de los Pirineos. El encanto es instantáneo. Recorre la costa para darte el primer baño de las vacaciones en una pequeña playa, y después desvíate hasta la Casa-Museo Dalí en Port Lligat, donde vivieron el artista y su esposa y musa, Gala.
Pasa el resto del día en Cadaqués y su encantador centro histórico, con una cena en el paseo marítimo.
Hostal el Ranxo
Un hostal bien cuidado y con una excelente ubicación.Paseo al Cap de Creus
Es demasiado pronto para dejar Cadaqués. Prolonga tu escala una segunda noche, pues es difícil cansarse de sus bonitas casas de paredes blancas y de sus agradables playas de aguas tranquilas.
Antes de las horas de calor, nos reunimos en Port Lligat, para iniciar la excursión del día. Tu objetivo: ¡el faro del Cap de Creus! Tómate tu tiempo para apreciar plenamente esta magnífica ruta de senderismo de ida y vuelta, estimada en 5 horas.
Los paisajes del Cap de Creus, protegidos por un parque natural, son sencillamente magníficos. De camino no dudes en hacer un descanso en una cala, a menos que prefieras esperar al baño de vuelta, en la playa de Cadaqués.
Roses y el sur del Parque Natural del Cap de Creus
Roses, la primera gran estación balnearia de la Costa Brava, es tu primera escala del día. El punto culminante está a la vuelta de la esquina: de camino a Cala Montjoi y luego al Cap de Norfeu, ¡la costa sur del parque natural del Cap de Creus es realmente espectacular!
Nunca será suficiente el tiempo para explorar la zona, nadar y disfrutar de las majestuosas vistas, pero hay que volver. El día termina en Roses, que siempre está animada por la noche, disfrutando de los colores de su enorme bahía y, por qué no, de un bañito a medianoche en su gran playa.
Hotel Marina
Hotel con una excelente ubicación, frente al mar.Bucear en las Islas Medas
El día comienza temprano para llegar a otro conocido balneario de la Costa Brava: L'Estartit. El motivo de esta salida tan temprana no es baladí: hay que reunirnos en el puerto para embarcar de inmediato, rumbo a las Islas Medas.
Las islas están a sólo un kilómetro de la costa y son una reserva natural preservada poco común en el Mediterráneo. Hay varias opciones para acercarse: con un club de buceo para descubrir la riqueza del fondo marino, en kayak o en barco de excursión.
Después de tomar algo en L'Estartit para reponerte tras tantas emociones, abandona el bullicio del paseo marítimo de la estación y dirígete a las estribaciones del macizo del Montgrí, para disfrutar de una tranquila velada rural.
Mas Ramades
Un hotel rural para una escapada fantástica.Tamariu y sus calas secretas
La ruta continúa más al sur. Nuestra siguiente parada es en una pequeña localidad costera con aspecto de pueblo pesquero, aún alejada de los grandes flujos turísticos: Tamariu.
Hay dos formas de explorar la costa alrededor de Tamariu: siguiendo el Camí de Ronda, un hermoso sendero costero hacia Calella de Palafrugell o Begur, o en kayak, para explorar los acantilados y las calas inaccesibles. Sea como sea, ¡seguro que será un día ajetreado!
Tarde en Tamariu, para disfrutar de la agradable animación del pequeño complejo, en la terraza.
Hostal Es Niu de Tamariu
Un encantador hostal, cerquísima de la playa.Los pueblos medievales del Bajo Ampurdán
Tamariu es tanto un encantador pied-à-terre como un excelente punto de partida para explorar la región. Hoy dejamos atrás las playas y nos adentramos en el interior de la Costa Brava, a través de los pueblos medievales del Bajo Ampurdán.
Depende de ti elaborar un programa de visitas según tus deseos, ¡porque hay mucho que hacer! Por ejemplo, no te puedes perder los populares pueblos de Pals y Peratallada, pero Palau-Sator, Ullastret y Monells son más discretos, aunque sus viejas piedras son igual de fascinantes.
A la vuelta, te espera la pequeña y deliciosa playa de Tamariu.
Como la semana ya está llegando a su fin, continuamos nuestro viaje hacia Tossa de Mar, uno de los centros turísticos más famosos de la Costa Brava.
Habiendo escapado al excesivo hormigonado de sus vecinas Lloret de Mar o Blanes, Tossa es una excelente forma de completar tus vacaciones. Durante el día, sigue el sendero costero que te llevará a las playas más bonitas de la zona, de aguas cristalinas: hacia Cala Pola o Cala Llevado, ¡tendrás que elegir!
Al final del día, nada mejor que un paseo por la Vila Vella, el casco antiguo de Tossa de Mar, un auténtico decorado de película con vistas al Mediterráneo desde lo alto de sus antiguas murallas: la postal ideal para terminar el viaje.