Un clavado a las leyendas y la mística de Ibiza

Éste es sin duda uno de los lugares más singulares y encantadores de Ibiza, ¡y del Mediterráneo! Cerca del soberbio islote de Es Vedrà, que, según la leyenda, fue el hogar de las sirenas que intentaron atraer a Ulises en la Odisea de Homero, se encuentra la península rocosa de Sa Pedrera de Cala d'Hort, conocida desde hace décadas como la Atlántida. La magia de este lugar se debe a las extrañas formaciones rocosas geométricas, cuya blancura contrasta con el agua azul cobalto, que crean un paisaje sobrecogedor.

No se trata exactamente de un fenómeno natural, pues Atlantis fue originalmente una cantera donde se extraía piedra blanca para su venta en la costa de Sant-Antoni.

Pero eso no impidió que los hippies de los años sesenta vieran en estas monumentales rocas talladas los restos de una civilización desaparecida y convirtieran la Atlántida (que dicen que es un pedazo del mismísimo palacio de la Ciudad Perdida) en un lugar de descanso y meditación. A lo largo de los años, las rocas se han adornado con soberbias tallas de animales y motivos hindúes. El agua misma sigue esculpiendo la piedra, creando cavidades bajo el nivel del mar, que las olas llenan para crear asombrosas piscinas naturales de color azul eléctrico.

Este remanso de paz está rodeado de aguas translúcidas pobladas por peces de brillantes colores que harán las delicias de buceadores y submarinistas (cuidado, en verano también es un paraíso para las medusas, atraídas por el calor del agua). Algunos temerarios prueban también a saltar desde las rocas.

Para aumentar el misticismo del lugar, se puede acceder por el sendero a una cueva en el acantilado, con vistas a Atlantis. En una de las paredes de la cueva, se puede admirar una notable representación de Buda, que se dice fue pintada por un ermitaño japonés hace más de 10 años.

El inconveniente de disfrutar de este aislado rincón del paraíso es la dificultad de acceso. La única forma de llegar a la península es a pie, a través de un arduo descenso de 30 minutos (ascenso de 45 minutos) por un sendero cubierto de maleza, que termina con un tramo especialmente arduo a través de las dunas. El inicio del sendero está cerca del aparcamiento que conduce al mirador de Es Vedrà. Aunque no es necesario ser un gran deportista para llegar a Atlantis, hay que tener una condición física razonablemente buena y no ser demasiado propenso al vértigo. El calor sofocante de la temporada alta no facilita las cosas. Nuestro consejo es ir por la mañana o al final del día para aprovechar las temperaturas más frescas, sobre todo porque la península ofrece pocas zonas de sombra. Es imprescindible llevar crema solar y abundante agua. Dicho esto, la magia de Atlantis bien merece el esfuerzo, y el paseo por el sendero ofrece una vista sublime de la costa virgen, ¡suficiente para armarse de valor!

Ibiza Stonehenge y las puertas secretas

Con vistas a la pequeña y aislada cala de Cala Llentia, no lejos del islote de Es Vedrà, en el sur de la isla, se encuentra un lugar de lo más asombroso. Al borde del acantilado, 13 impresionantes columnas de basalto se yerguen en semicírculo. En el centro se alza la mayor, de 20 metros de altura y recubierta de oro (¡23 quilates!) para reflejar el sol. Hay muchas creencias en torno a este insólito lugar, que ha sido apodado el Stonehenge de Ibiza en referencia al famoso Stonehenge británico. Algunos, en la más pura tradición New Age, afirman que el magnetismo aquí es particularmente alto, otros que el monumento se erigió para guiar a los extraterrestres, ya que el lugar está cerca de Es Vedrà donde, según la leyenda, se han avistado ovnis.

En realidad, el Stonehenge de Ibiza es una obra llamada Tiempo y Espacio, creada por el artista australiano Andrew Rogers. Este sorprendente lugar se vuelve sencillamente espectacular al atardecer, cuando el sol desciende sobre el mar y refleja sus colores en las inmensas columnas.

No muy lejos de Tiempo y Espacio, a 5 minutos caminando hacia el este, hay otro lugar asombroso y aún más misterioso porque sus orígenes son todavía desconocidos. En medio de una exuberante vegetación, dos enormes puertas ornamentadas se enfrentan, separadas por un magnífico cuadrado de mosaico. Conocidas como las "Puertas Secretas" o "Puertas de Cala Llencia", aunque lamentablemente han sido robadas y sólo quedan los magníficos marcos. A día de hoy, no se ha resuelto el misterio de cómo llegaron a existir estas puertas. Lo único que se sabe es que están cerca de la propiedad del fundador del Cirque du Soleil.

En el extremo norte de Ibiza, en la cima de una montaña cubierta de pinos que domina la** cala de Sant Vicent**, se encuentra la cueva de Culleram, objeto de gran fascinación. Puede que la cueva en sí no sea especialmente impresionante, pero es una parte esencial del patrimonio cultural de Ibiza. Data del 425 al 125 a.C. y contiene un santuario púnico dedicado al culto de la diosa Tanit, divinidad cartaginesa vinculada a la fertilidad y la fortuna, y guardiana de Ibiza. En 1907 se descubrieron en la cueva 600 estatuillas y un busto de Tanit, que hoy pueden admirarse en el Museo Etnográfico Puig des Molins (en Eivissa).

En Ibiza, la diosa Tanit sigue siendo conocida por todos los habitantes de la isla como protectora de la misma. No es raro encontrar representaciones suyas en terracota en los mercados de artesanía locales. También cuenta la leyenda que, tras ser engañada por su amante, Tanit se vengó separando a las parejas que acababan de llegar a la isla. Incluso hoy, algunos creen que la diosa tiene el poder de hacer o deshacer las relaciones amorosas de quienes llegan a la isla. Así que más vale caerle en gracia.

La Cueva des Culleram está dividida en tres salas, una de las cuales contiene los restos de una cisterna púnica. La zona exterior se utilizaba para los sacrificios. La parte central, donde se encontraba la diosa, es una sala donde se depositaban las cenizas de las consagraciones. Los ibicencos siguen muy apegados a Tanit, y todavía hacen aquí ofrendas periódicas en homenaje a la diosa. Si tienes suerte, puede que incluso te cruces con grupos de mujeres que realizan** ceremonias rituales** de canto y percusión. En Ibiza, lo místico nunca está lejos.

👉 Todos estos lugares excepcionales tienen un valor espiritual para muchos ibicencos y visitantes, así que muestra respeto.