La isla de Tenerife atrae a los visitantes por sus playas de arena negra volcánica, su gastronomía a base de pescado fresco y sus piscinas naturales de color turquesa excavadas en la roca. Sin embargo, esta pequeña joya del océano Atlántico también es famosa por su bosque primario, clasificado como reserva de la biosfera por la UNESCO en 2015, donde vive el mayor número de especies endémicas de Europa.
En el extremo nororiental de la isla, un parque protegido de 15.000 hectáreas, Anaga, abarca los tres municipios tinerfeños de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste. Esta maravilla de la isla volcánica es un soplo de aire fresco en medio del bullicio de los centros turísticos costeros. Este denso y frondoso bosque es fácil de visitar e incluso tiene acceso para personas con movilidad reducida.
Pueded traer a sus hijos a pasar el día aquí y recorrer uno de los senderos hasta el océano Atlántico, que nunca está lejos.