Visitar Toulouse en dos días

Este primer día nos dirigiremos al centro histórico de Toulouse y a sus calles adoquinadas, donde se encuentran algunos de los monumentos y lugares emblemáticos de la ciudad.

El Capitolio

Comenzaremos nuestra visita por la emblemática plaza del Capitolio. El Capitole, que alberga el ayuntamiento y un teatro, es de acceso libre y gratuito, así que no dude en entrar y admirar sus suntuosas salas. Antes de marcharse, aproveche para pasear bajo los soportales de la plaza, y no olvide mirar hacia arriba: ¡los cuadros colgantes de Raymond Morreti retratan la historia de Toulouse!

Rue du Taur y su iglesia

Saliendo de la Place du Capitole, tome la bonita y animada Rue du Taur. Pasará junto a la iglesia deNotre-Dame du Taur y su singular campanario. A medida que avance por la calle, también empezará a divisar el soberbio campanario de la Basílica Saint-Sernin, otro de los monumentos emblemáticos de Toulouse.

Basílica de Saint-Sernin

La basílica de Saint-Sernin, que data del siglo XI, posee una arquitectura característica que la hace única: mitad románica, mitad gótica. Abra las puertas de la basílica para descubrir su interior, igual de impresionante. Merece la pena conocerla: Saint-Sernin es un enorme relicario y la segunda iglesia del mundo que alberga tantas reliquias, sólo por detrás de San Pedro en el Vaticano.

Mercado cubierto Victor Hugo

Tras una mañana ajetreada, nos dirigimos al mercado cubierto Victor Hugo, famoso entre los gourmets. Aquí podrá comprar especialidades locales como la salchicha de Toulouse, el pastel de fénétra o las violetas de Toulouse. Después, suba al primer piso para comer en uno de los restaurantes del mercado.

Pasee por las callejuelas del centro

Después de degustar las especialidades tolosanas, ¡es hora de hacer la digestión! Aproveche para pasear por las encantadoras calles del casco antiguo de Toulouse y admirar sus famosos ladrillos rosas. Puede tomar la rue de l'Esquile, la rue des Pénitents Grises, la rue du Collège de Foix y, a continuación, la rue Lakanal para llegar al Couvent des Jacobins.

Convento de los Jacobinos

Este primer día termina con una visita al Convento de los Jacobinos. No se deje engañar por su exterior un tanto austero y entre en el convento, que es sencillamente sublime. La entrada a la iglesia es gratuita, pero hay que pagar para acceder al resto del convento (5 euros tarifa completa, 3 euros con descuento), pero la visita merece la pena, sobre todo para admirar el impresionante claustro.

A pocos minutos a pie del centro de la ciudad, el Mama Shelter ofrece un ambiente cálido y acogedor. Situado en un antiguo teatro, el hotel ha conservado una pequeña sala de cine y proyecta películas para sus huéspedes casi todas las noches. El encanto del Mama Shelter Toulouse reside también en su magnífica azotea con vistas panorámicas sobre la ciudad.

Aproveche este segundo día para pasear junto al Garona y cruzar el puente Saint-Pierre o el Pont-Neuf para descubrir el barrio menos conocido de Saint-Cyprien.

Plaza de la Daurade

De camino a orillas del Garona, pase por la Place de la Daurade. Esta encantadora plaza alberga algunas de las últimas casas con entramado de madera de Toulouse. Para disfrutar de las vistas, siéntese en la terraza del famoso Café des Artistes. Al salir, no deje de visitar la Basílica Notre-Dame de la Daurade. A pesar de su entrada un tanto escondida, el interior de este edificio del siglo V

bien merece una visita.

Las orillas del Garona

Pasear por las orillas del Garona, sobre todo entre el Pont-Neuf (el puente más antiguo de la ciudad) y el Pont Saint-Pierre, es una forma especialmente agradable de pasear y disfrutar de la apacible vida tolosana. Desde el muelle, admire la vista de los dos puentes, así como la soberbia cúpula de Saint-Joseph de la Grave, al otro lado del río.

Barrio de Saint-Cyprien

Para completar su descubrimiento de Toulouse, diríjase al barrio de Saint-Cyprien para disfrutar de un ambiente pueblerino en pleno centro de la ciudad. Un poco menos frecuentado por los turistas, este barrio alberga sin embargo algunas joyas maravillosas: el Hôtel Dieu, el famoso Dôme de la Grave y los Mataderos. No se asuste, no se trata de los verdaderos mataderos, sino del magnífico museo de arte contemporáneo de Toulouse, instalado en los edificios de los antiguos mataderos de la ciudad.