Una noche excepcional en Niza, en el legendario Negresco

Con su tejado rosa, su cúpula y sus fachadas que combinan ornamentación neoclásica y barroca, el Negresco 5* es inmediatamente reconocible para cualquier turista que pasee por el Paseo de los Ingleses. Aunque sus fachadas, tejados, salón real y techo acristalado son monumentos históricos catalogados, no son más que la punta del iceberg del Negresco.

Un lugar verdaderamente excepcional, galardonado con el sello "Patrimoine XXème siècle" en 2001. Los pasillos de las cinco plantas del Negresco, como el resto del edificio, son auténticas galerías de arte, cada una con su tema: Art Déco, Napoleón I, Dalí... Lo único que tienen en común las cinco plantas es la alfombra, obra del artista Jean-Pierre Yvaral. La mezcla de obras antiguas y contemporáneas crea un ambiente un tanto barroco.

📍 Dirección: 37 Promenade des Anglais, Niza

El Negresco se construyó en la década de 1910, bajo el impulso de Henri Negresco. Inaugurado a bombo y platillo el 4 de enero de 1913, con la asistencia de no menos de siete cabezas coronadas, el palacio es admirado por todos. Y con razón. El techo de cristal es obra de Edouard-Jean Niermans (y no de Eiffel, como muchos piensan), el vestíbulo elíptico de estilo Luis XVI es grandioso, el mobiliario de los dormitorios es obra de Paul Dumas y la rotonda brilla con luminosidad.

A finales de los años 50, Le Negresco pasó a ser propiedad de Jeanne y Paul Augier, que lo convirtieron en un auténtico hotel-museo con la compra de casi 6.000 obras y objetos de arte. La escultura de Niki de Saint Phalle que se alza en el exterior del hotel, retratos de reyes como Luis XIV, Luis XV, Luis XVI y Napoleón III, bustos y el ascensor tapizado en rojo a imagen de la cuna del Rey de Roma forman parte de la colección. En resumen, el monumento es un escaparate de cinco siglos de historia del arte francés.

Las 102 habitaciones y 26 suites de este hotel excepcional mezclan lo contemporáneo con lo antiguo, como en todo el edificio. Muebles de época excepcionalmente trabajados conviven con el equipamiento más moderno en espacios cuya decoración se inspira en cinco siglos de arte francés, desde el estilo Luis XIII hasta el arte moderno.

Las habitaciones superiores, con su decoración clásica, recrean el interior de una refinada residencia francesa. Con vistas a la fachada interior del hotel, ofrecen 25 m² de paz y tranquilidad, aunque el espacio sólo esté bien iluminado por la tarde.

Las exclusivas habitaciones son la encarnación del "espíritu Negresco", con muebles de época y decoración estilo Luis XIV o María Antonieta para un ambiente clásico o barroco. Las habitaciones de 30 m² están realzadas por las vistas al Parc Masséna, con el mar y la Baie des Anges como telón de fondo.

Las habitaciones de lujo con vistas al mar tienen una superficie de unos 30 m² y... vistas al mar. De seda o terciopelo, con una impresión de "bombonnières" o la quintaesencia del "buen gusto francés", estas habitaciones no dejan indiferente a nadie.

En cuanto a las suites, Le Negresco cuenta con junior suites totalmente equipadas y suites de lujo con un mobiliario único.

La mejor mesa de Niza se encuentra en Le Negresco, en el restaurante Le Chantecler. Este buque insignia de la gastronomía francesa, dirigido por el chef Jean-Denis Rieubland, Meilleur Ouvrier de France, ha sido galardonado con dos estrellas en la Guía Michelin. La carta ofrece platos"inspirados en la Provenza, respetando los productos y las tradiciones". El restaurante también cuenta con una bodega de 15.000 botellas excepcionales.

La Brasserie La Rotonde, más asequible, con su festival de colores y sorpresas y su decoración de carrusel, transporta a los clientes a un mundo de divertimentos elegantes e inesperados. Para tomar una copa de vino o un cóctel, el íntimo bar Le Relais ofrece a los viajeros un ambiente acogedor en un espacio perfecto para relajarse.