El Luberon y el ocre tienen una larga historia. El pueblo de Rosellón, considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia, alberga el mayor yacimiento de ocre del mundo.
La historia del ocre en la región comenzó en 1780, cuando Jean-Etienne Astier, natural de la zona, se convirtió en el primer fabricante de ocre y se dedicó a exportarlo por todo el mundo, convirtiendo el ocre del Luberon en un referente.