La exposición, distribuida en tres plantas, permite conocer mejor la infancia del célebre compositor. Se recomienda disponer de una hora, o un poco más, para disfrutar de la bien organizada escenografía del museo. Las habitaciones originales, situadas en la 3ª planta, están decoradas con objetos y muebles de época para ofrecer una fiel reproducción de un piso burgués del siglo XVIII.
La primera planta está dedicada a una exposición de documentos originales, cartas y recuerdos relacionados con la vida de Mozart. Se exponen numerosos detalles que nos ayudan a conocerle mejor: los retratos dan fe de su precocidad musical, al igual que los instrumentos históricos (el pequeño tamaño del violín nos da una idea del tamaño del niño en aquella época). Por último, la segunda planta está dedicada a la relación de Mozart con el mundo del teatro.