El pastelero, el Sr. Adam, envió a su doncella más guapa (que respondía al nombre de Gachucha) a servir su manjar a la pareja real. El plato les encantó, y la joven sirvienta recibió como recompensa un rosario de cristal montado en oro de manos de la Reina Madre. Hoy en día, la Maison Adam es toda una institución en la pequeña ciudad de San Juan de Luz. La marca cuenta con dos tiendas que conservan todo el encanto de antaño. Venga a descubrir los orígenes del macarrón en estas famosas tiendas.
