Numa Pompilio
En la entrada te reciben una cocina abierta y la mesa-obrador de pasta, antes de pasar a los salones que se abren ante el comedor principal. Ahí se ve a los demás comensales con sus dorada al acqua pazza, carpaccio de ciervo ahumado con pecorino romano, con sus cócteles preciosos y gelatos perfectos, debajo de la luz ámbar que surge de las lámparas decimonónicas. Este restaurante italiano es un regocijo a los ojos tanto como al gusto.
Inspirado en lo que Sandro Silva y Marta Seco –los creadores– llaman los grandes restaurantes burgueses europeos, Nima Pompilio es un edén de gastronomía. Lo rústico de la decoración, que recuerda a Italia, Londres y Nueva York al mismo tiempo, contrasta con la naturaleza que crece dentro y fuera, en la verdaderamente extraordinaria terraza.