Piscinas con mil y una burbujas
Equipado con un albornoz, una toalla y un par de chanclas, es hora de explorar el establecimiento. Todo lo que necesita se le proporciona a su llegada y le espera en una taquilla privada. En los vestuarios ya se nota la atención que se presta a los visitantes. Hay cremas hidratantes perfumadas, toallitas desmaquillantes y artículos de aseo. Eso sí, tendrás que traer tu propio bañador (¡no olvides meterlo en la maleta antes de salir!).