Los mejores parques de París

Uno de los jardines más céntricos de la capital, cerca del Panteón, el jardín de Luxemburgo, también conocido como Jardin du Sénat (Jardín del Senado), es el lugar perfecto para relajarse, disfrutar de un césped exuberante, ver a los niños jugar con barcas junto a la fuente, jugar a la petanca o al tenis con los amigos, e incluso ir al théâtre des marionnettes (teatro de marionetas), si buscas distracciones para tus hijos. Se trata, sin duda, de un jardín muy diverso, que ofrece multitud de opciones para divertirse y relajarse en el soleado París. Además, en los alrededores podrás disfrutar de otros muchos lugares, como el museo de Luxemburgo, el palacio de Luxemburgo, el teatro Odéon y el Pantheon.

Probablemente uno de los más impresionantes en cuanto a topografía, las Buttes-Chaumont son un parque de 25 hectáreas, accidentado y rocoso, con hermosas grutas, un puente suspendido y cascadas. Uno de los monumentos más impresionantes es probablemente el Templo de la Sibila, una miniatura del Templo de Vesta en Tívoli, situado en lo alto de un acantilado que domina un lago artificial de 1,5 hectáreas. Con sus numerosos árboles exóticos y su bella arquitectura, es el lugar perfecto para disfrutar de los primeros días de primavera en París. Además, el parque cuenta con una versión moderna de la guinguette llamada Rosa Bonheur, un restaurante y local de baile perfecto para divertirse.

Hay dos parques enormes a ambos lados de París: el Bois de Boulogne al oeste y el Bois de Vincennes al este, pero tenemos que decir que el de Vincennes es nuestro favorito. Con un increíble tamaño de 995 hectáreas, es en realidad tres veces mayor que Central Park y el mayor parque público de la ciudad. Además, cuenta con secciones muy extensas, numerosos lagos como el Lac Daumesnil, increíblemente encantador gracias a sus barcas y cisnes, así como jardines más pequeños como el Parc floral y el Jardin tropical de Paris. Es un lugar estupendo para disfrutar del sol con amigos y familiares, montar en bicicleta o jugar a algún juego, así como admirar la bella arquitectura del Château de Vincennes, o disfrutar del teatro en el maravilloso conjunto escénico que es la Cartoucherie de Vincennes.

Originalmente pensado como jardín de hierbas medicinales, el Jardin des Plantes es el jardín botánico más importante de París, y alberga una escuela botánica, invernaderos de plantas exóticas, así como el Museo Nacional de Historia Natural, e incluso una ménagerie (un zoo), un jardín alpino y una rosaleda. Por ello, es un gran lugar para visitar si quiere aprender más sobre botánica, historia y evolución. Con todos estos impresionantes elementos, no es de extrañar que el jardín haya sido clasificado como monumento histórico nacional. Y si te gustan los paseos originales, puedes perderte en el Gran Laberinto, que llega hasta la cima de la Butte Copeaux, una colina que domina el jardín.

Probablemente el parque con más ambiente local de nuestra lista, el Parque de Belleville está situado en el distrito 20 de la ciudad, en la colina de Belleville, que se eleva a 108 metros, lo que lo convierte en el parque más alto de París. Por ello, ofrece una vista panorámica de la ciudad y es el lugar perfecto para contemplar la puesta de sol sobre la capital francesa. Además, el parque ofrece un montón de actividades para toda la familia, como una fuente en cascada (que es la más larga de París), un parque infantil de madera, mesas de ping-pong y un teatro al aire libre. Después, asegúrate también de pasear por el colorido y multiétnico barrio de Belleville, y de disfrutar allí de sus numerosos y típicos restaurantes y bares.

Probablemente el parque más romántico de París, el Parque Monceau alberga las hermosas ruinas del Templo de la Diosa Diana, lo que lo convierte en un lugar de ensueño, que incluso ha sido pintado más de cinco veces por el famoso artista Claude Monet. Tiene un trazado bastante inusual para Francia debido a su estilo "inglés", con paseos curvos y estatuas. Además, también presenta algunos elementos arquitectónicos extravagantes a escala reducida, como una pirámide egipcia, un fuerte chino, un molino de viento holandés y pilares corintios. El parque es reconocible por su famosa rotonda en la entrada, y es igualmente popular entre las familias gracias a sus numerosas zonas de juego para niños.

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