Los baños termales y sus beneficios fueron descubiertos por los celtas, antes de ser adoptados por los romanos. Fueron los turcos, durante su ocupación de Hungría en 1526, quienes introdujeron esta cultura en el país. Fácil para Hungría, con sus cientos de fuentes termales naturales. Ya firmemente arraigada en la vida de sus habitantes, la tradición del baño ha perdurado a través de los tiempos. Los balnearios son auténticos lugares de encuentro y están abarrotados todo el año.
