El lago de Tolla no es un lago cualquiera. Lejos de ser una creación de la naturaleza, fue de hecho la empresa de electricidad del estado francés quien construyó una presa en 1960. El depósito de retención de agua entró en servicio en 1965. A partir de entonces, la región de Ajaccio vio una oportunidad turística y acondicionó las orillas del lago tanto para los lugareños como para los turistas.
