Originarios del valle del Draa, los saadíes formaron una poderosa dinastía cherifiana que gobernó todo el país entre los siglos XVI y XVII, correspondientes a la época dorada de Marrakech. Estos bereberes se establecieron en Marruecos gracias a las numerosas batallas que ganaron, entre ellas la de Marrakech en 1524. La historia de las tumbas saadíes comenzó con la construcción del primer edificio utilizado como necrópolis.
Situado en el corazón del barrio de la Kasbah, el emplazamiento de las tumbas saadíes es terreno sagrado. Este templo del descanso eterno es el último vestigio de la dinastía real del sultán Ahmed Al-Mansur Saadi. Un cementerio sin igual, enclavado en la muralla de color ocre, que bien merece una visita. Las tumbas se construyeron en 1578 antes de ser ocultadas y reabiertas al público en 1917. Son un ejemplo único del arte hispano-morisco. La belleza del lugar, auténtica y pura, reside en los arabescos que sobresalen de las tumbas de mármol y ofrecen a la familia aquí enterrada una dignidad que no se nos escapa. El lugar cuenta con tres salas, incluido el mausoleo principal donde reposan el sultán Ahmed al-Mansour y su familia.

El mausoleo de las tumbas saadíes en Marrakech, Marruecos.
- © ali caliskan / ShutterstockTras las huellas de la antigua dinastía saadí

Sitio de las tumbas saadíes, Marrakech, Marruecos
- ©Evrenkalinbacak / 123RFLos alauitas llegaron al poder y desempeñaron un papel fundamental en el fin del régimen saadí, dejando las tumbas abandonadas. El sultán de la época, Moulay Ismaïl, ambicionaba acabar con toda la gloria de la dinastía saadí para borrarla de la memoria del país. Pero como la Ciudad Roja es tierra de fe, el sultán no llegó a cometer el sacrilegio de borrar las tumbas sagradas, sino que prefirió ocultarlas tras murallas hasta 1917. Más tarde, esta necrópolis confidencial fue redescubierta y hecha pública. Visitarla es recordar el privilegio de poder acceder a este lugar solemne, olvidado durante mucho tiempo.
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La sala de las 12 columnas
Al visitar el monumento funerario, la sala más prestigiosa que no debe perderse es la de las 12 columnas. Aquí reposan el sultán Ahmed al-Mansour y su familia. Los sarcófagos son de mármol de Carrara, muy apreciado por su inmaculada blancura. Actualmente se utiliza mucho en interiores.

Sala de las 12 columnas de la necrópolis saadí de Marrakech (Marruecos)
- ©Francesco Dazzi / 123 RFLa sala está dominada por una cúpula de cedro del Atlas y las paredes están cubiertas de estuco esculpido y azulejos de zellige. La rica y minuciosa decoración bien merece una visita. Todo en el estilo hispano-morisco que dominó el siglo XVI.
En total, este mausoleo alberga más de sesenta tumbas pertenecientes a la dinastía saadí. Y aunque se trata de un edificio religioso reservado a los restos de esta gran dinastía, el lugar sigue siendo radiante y se asemeja a un paseo en tecnicolor. Los relucientes mosaicos de las paredes y los suelos llaman la atención y despiertan la curiosidad incluso de los visitantes más escépticos.
El jardín
Al final de la visita, diríjase al parque exterior. Las distintas bóvedas están repartidas por un espacio verde bastante minimalista, pero están llenas de tesoros subterráneos. Más de un centenar de tumbas decoradas con mosaicos se almacenan en el suelo. Se trata de las tumbas de antiguos servidores y guerreros de la dinastía saadí.

Las tumbas en el jardín exterior de la necrópolis real, Marrakech, Marruecos.
- © ali caliskan / ShutterstockEl monumento reserva una última sorpresa, esta vez aérea. Hay que mirar hacia arriba para vislumbrar uno de los animales mágicos de Marrakech. La cigüeña, ave emblemática local, se ha instalado entre los muros ocres. Con un poco de suerte, podrás avistar alguna.
Nota de la redacción
Es una de las actividades más populares de la ciudad. Es una visita bastante rápida y a veces puede resultar muy agobiante debido a las multitudes, pero es una oportunidad de descubrir un cementerio como ningún otro. También se organizan visitas guiadas para conocer mejor el lugar.
Información práctica
📍Adresse: Rue de la Kasbah, Marrakech
👛Precio: 6,30 euros
⏰ Horario: abierto todos los días de 9:00 a 17:00 (15:00 en invierno)
🚌Cómo llegar: 10 minutos a pie desde la plaza Jemaa-el-Fna o en taxi desde la Palmeraie
Almuerzo en el tejado
El café de la Kasbah está situado justo enfrente de las tumbas saadíes y te da la bienvenida en su magnífica terraza panorámica. La carta ofrece platos típicos marroquíes y una selección de platos occidentales para variar los placeres. Te recomendamos el surtido de ensaladas mar roquíes y las brochetas de kefta, ¡deliciosas!
¿Dónde dormir cerca?
