Cada barrio de Nápoles tiene su propia historia y, con ella, la cultura gastronómica que, en esta ciudad, se refleja en el hábil arte de hacer pizzas. Las pizzerías, situadas en todos los rincones de la ciudad y en los distintos barrios, brindan la oportunidad de dar un breve paseo y disfrutar de uno de los platos más queridos (y copiados) del mundo.
