Es cierto que Venecia no sólo parece hundirse bajo su propio peso en las arenas de su laguna, sino también bajo el peso del desbordamiento de turistas que acoge, día tras día... Pero hay remedio para eso, si no le gustan las aglomeraciones: es el cuartel de Cannaregio.
Lejos de la pompa y el bullicio de la Plaza de San Marcos, Cannaregio no está en el centro de Venecia: este sestiere (barrio) ocupa toda la parte noreste de la ciudad. Este extenso barrio no es una visita obligada en el sentido estricto de la palabra, sino más bien un lugar para pasear, perderse y disfrutar del ambiente de una Venecia más auténtica.
Cannaregio en sí tiene muchas facetas, desde los altos edificios de su antiguo gueto judío hasta las bulliciosas tiendas de su principal calle comercial, la Strada Nova: un barrio apasionante, ¡donde te alegrará encontrar un hotel!