Aunque a menudo hablamos de los incas, otras civilizaciones han dejado huellas de su paso con construcciones de gran envergadura que hoy se conservan prácticamente intactas. Tal es el caso del yacimiento de Huaca Pucllana, construido por los limeños entre los siglos I y VI. Sirvió de centro administrativo y económico, con un puesto comercial, así como de centro ceremonial para sacrificios.
Cuando fueron conquistados por los Huari, conocidos por su cerámica y sus tejidos, estos últimos se apropiaron del lugar y lo convirtieron en cementerio antes de ser expulsados por los Yschma, que al parecer celebraban ceremonias en el lugar, aunque no dejaron tantos vestigios como los otros dos pueblos.