A principios del siglo pasado, Nevada y Arizona estaban escasamente pobladas, pero ya existía la preocupación de regar el desierto aprovechando el río Colorado, que las atraviesa. Tanta agua arrastrada constantemente y tanta superficie desértica que hidratar. Y Nevada, Arizona y California estaban en auge. Por no hablar de que la energía hidráulica generada por una presa de este tipo ¡podría convertirse en gigavatios! Con esta idea se puso en marcha el proyecto del Cañón Boulder.
