Un paso atrás en el tiempo. Esta sublime villa fue diseñada por el arquitecto F. Burrall Hoffman y construida en sólo dos años. El propietario, James Deering, heredero de una familia adinerada, sólo tenía un requisito: que se respetara el estilo italiano del siglo XVI. El empresario vivió en este paraíso hasta su muerte en 1925. Organizaba grandes banquetes y también proyectaba películas mudas en el patio, algo innovador en la época.
