El Tejado Dorado es el lugar perfecto para descubrir el alma de Innsbruck. Es el monumento más fotografiado de la ciudad y de Austria. Construido en 1500 a petición de Maximiliano I de Habsburgo para celebrar su boda con Blanche Marie Sforza, este balcón atrae a los curiosos por su esplendor y belleza. Está recubierto de 2.657 baldosas de cobre dorado que brillan a la luz del sol. Originalmente, el edificio se utilizaba como albergue para los torneos de caballeros. Para Maximiliano I, también era un lugar privilegiado para lucirse ante el pueblo y saludar a las multitudes reunidas en la plaza. Hoy en día, el interior del edificio alberga un fascinante museo de historia que explica en detalle los orígenes del Tejado Dorado.
Aún hoy, sigue siendo el epicentro de la ciudad, con muchos otros monumentos importantes a su alrededor. También es una zona muy animada de la ciudad, donde encontrará multitud de restaurantes y cafés para tomarse un descanso.