¡Qué fabulosa invención de la naturaleza es este istmo de Penthièvre! Una estrecha franja de tierra que atraviesa el agua, de 22 metros de largo, el istmo le da la bienvenida a la península de una forma tan extraña como espectacular, ¡suficiente para hacer burbujear cualquier mente poética! Cuando llegue en tren a bordo del emblemático Tire-Bouchon, podrá admirar el mar desde ambos lados de las ventanillas, y tendrá literalmente la impresión de cabalgar sobre el agua.
