La construcción de la fortaleza fue iniciada en 1077 por el arzobispo Gebhard von Helfenstein. Originalmente, el edificio no era más que una motte castrale (una pequeña torre de vigilancia con un muro de madera). Los distintos arzobispos de Salzburgo, figuras políticas poderosas y famosas, fueron modificando el edificio durante el periodo del Sacro Imperio Romano Germánico. Era una forma de proteger sus intereses y establecer su influencia.
