Descubra el Palacio Real y sus numerosos museos

La construcción del palacio real comenzó a finales del siglo XVI, cuando Turín se convirtió en capital de los Estados de Saboya en 1562. A lo largo del siglo XVII, los más grandes arquitectos de la época se sucedieron en la construcción y decoración de las distintas partes del palacio.

La arquitectura del Palacio Real es un bello ejemplo del arte barroco, un estilo nacido en Italia en el siglo XVII. Este estilo se caracteriza por una decoración exuberante. Los jardines son obra de André Le Nôtre, el mismo paisajista de Versalles.

El Palacio Real en sí merece una visita por la profusión y riqueza de la decoración de sus distintas salas. Pero, sobre todo, visitar el Palacio Real es como viajar en el tiempo, desde la prehistoria hasta nuestros días. Además del palacio, varios museos situados en edificios contiguos exponen colecciones y obras que bien merecen una visita. Prácticamente todas las épocas están representadas. Hay para todos los gustos.

Con más de 5.000 objetos que datan desde la prehistoria hasta el siglo XX, la Armería Real es uno de los mayores museos del mundo dedicados a las armas y la armería. Entre las curiosidades del museo destacan la espada que Napoleón utilizó en Egipto y la pistola de Carlos V del siglo XVI.

Vuelve a la antigüedad con el Museo Arqueológico, abierto desde 2022. Es una de las colecciones de arqueología clásica más importantes de Europa. Situado en la planta baja de la nueva ala del Palacio Real (la Manica Nueva), el museo alberga colecciones de antigüedades europeas. Una sala está dedicada a la arqueología regional de Turín y sus alrededores. Por último, se han puesto a disposición del público los restos de un teatro romano y de una iglesia paleocristiana.

Para los amantes de la pintura antigua, la galería Sabauda es una visita obligada. En ella se exponen obras de los siglos XIV al XVIII. La pintura italiana está bien representada, con artistas como Mantegna y Paolo Veronese. También se pueden admirar obras de pintores flamencos y holandeses como Van Eyck, Rembrandt van Rijn y Anton van Dyck.

Otra curiosidad arquitectónica es la cúpula de la Capilla de la Sábana Santa. Esta capilla, que comunica con la 1ª planta del Palacio Real, fue diseñada por el arquitecto barroco Guarino Guarini. Tras sufrir un incendio en 1997, reabrió al público en 2018 después de una larga y difícil campaña de restauración. Su cúpula es una proeza arquitectónica.

Por último, las salas Chiablese, situadas en la planta baja del Palacio Chiablese, un ala del Palacio Real, están reservadas a exposiciones temporales de arte contemporáneo. A diferencia del palacio real y de los demás edificios, estas salas carecen prácticamente de decoración. Se utilizaban para la intendencia y los suministros del palacio.

Los magníficos jardines del Palacio Real completan la visita. También constituyen un agradable descanso entre dos exposiciones. Sombreadas avenidas de árboles bordean rectángulos de césped. Numerosos bancos y tumbonas invitan a relajarse junto a las fuentes y las extensiones verdes.

Tómese un descanso

Una visita al palacio real dura más de un día, o incluso más si realmente quieres tomarte tu tiempo para verlo todo. El palacio real dispone de una cafetería donde podrá comer pasteles y bocadillos. Si el tiempo lo permite, también puedes hacer una pausa para comer en los jardines reales.