Si se opta por subir todo el valle de la Tarentaise, la vertiente norte puede resultar muy larga, con casi 47 km a recorrer desde Bourg-Saint-Maurice. Sin embargo, la carretera está bastante transitada por coches, autobuses y camiones, lo que puede dificultar la subida y hacerla menos agradable. Por este motivo, muchos ciclistas optan por el ascenso desde Val d'Isère, donde la carretera está menos congestionada y la subida es más tranquila.
La subida desde Val d'Isère sólo tiene 17 km, pero es la más empinada de este puerto.
Desde el sur
La ascensión al Col de l'Iseran desde la vertiente sur es una auténtica odisea, con 32 km de subida desde Lanslebourg-Mont-Cenis y un desnivel positivo de más de 1.446 metros para alcanzar la cumbre a más de 2.564 metros de altitud. Desde Lanslebourg-Mont-Cenis, la subida comienza suavemente con 3 km de grava a entre el 2 y el 3%, pero la pendiente se vuelve muy pronunciada con 1.350 metros al 9/10%. Pasará el Col de Madeleine, luego descenderá al Plateau de Bessans para llegar a Bonneval-sur-Arc, punto de partida de la parte final de la subida. Las cifras son impresionantes: 12,8 km de subida con 956 m de D+ a una media del 7,5%. No habrá muchos llanos, así que tómese su tiempo para recuperar en los 2 puntos más llanos. El tramo final es duro para las piernas, con un largo tramo recto de 1,950 km con una pendiente media de casi el 9%, luego una última curva cerrada y 750 m al 7,5% para llegar al Col de l'Iseran.