No especialmente encantadora, esta zona, situada en parte bajo el puente de Granville, no carece sin embargo de interés. Ante todo, su mercado público es de visita obligada, y en él te cruzarás tanto con vancouverianos como con turistas. Desde su fundación en 1979, el mercado público de Granville ha sido un lugar ideal para comprar productos de calidad, incluso exóticos. Además de productos frescos como pescado, marisco y carne, también encontrarás un montón de especialidades extranjeras como platos asiáticos, griegos y mexicanos. El mercado suele estar repartido entre 50 comerciantes, entre agricultores, artesanos y restauradores. Este mercado cubierto, esencialmente culinario, tiene también una versión en miniatura: el"Kid Market", dedicado enteramente a los niños, que pueden comprar como los mayores.
