La Capela dos Ossos, también conocida como Capilla de los Huesos, fue construida en el siglo XVI por monjes franciscanos en Évora, en la región del Alentejo, y se atribuye a tres monjes en particular: Fray João Evangelista, Fray Luís de Montesanto y Fray Pedro Gigante. Estos monjes franciscanos crearon este singular lugar de devoción utilizando los huesos de miles de difuntos de los cementerios locales. El edificio religioso representa la fragilidad de la vida humana. Promueve la meditación y la reflexión sobre la vida, pero también... sobre la muerte. Aunque el concepto de la Capela dos Ossos pueda parecer macabro, o al menos sorprendente, los monjes han utilizado esta estética para crear un lugar de belleza y reflexión, utilizando huesos humanos para adornar las paredes de la capilla y dotarlas de mayor simbolismo.
