En funcionamiento desde 1891, la línea de tren de Ardèche une históricamente Tournon-sur-Rhône con Lamastre. Sobre los raíles desde hace más de un siglo, las locomotoras de esta máquina de vapor son el orgullo de los habitantes de Ardèche. Si el tren se ha convertido en una actividad imprescindible en Ardèche, es sobre todo porque permite explorar una naturaleza que normalmente estaría fuera de nuestro alcance. Es imposible descubrir los secretos de las gargantas a pie, en bicicleta o en coche. Así que tome uno de los viajes en tren y adéntrese durante unas horas en el corazón de un entorno natural rico, diverso y virgen.
