Portugal: Portugal, un pequeño país muy prometedor

Este pequeño país situado en el extremo occidental del continente europeo ha atraído en los últimos años a turistas de todo el mundo. Portugal es sólo una sexta parte de Francia, pero tiene mucho que ofrecer. Hermosas playas, lugares de interés cultural e histórico, pueblecitos típicos y ciudades con encanto: esto es sólo una muestra de lo que puede descubrir cuando visite Portugal. Culturalmente meridional, no se deje engañar por su pretensión mediterránea: Portugal es oceánico, siempre vuelto hacia el Atlántico, lleno de bellos colores y fantásticos paisajes, a veces también tranquilo y melancólico, arrullado por los ritmos del fado.

Con sus inviernos suaves y veranos soleados, es un placer visitar Portugal durante todo el año. Su capital, Lisboa, posee numerosas ventajas que la han convertido en una de las ciudades favoritas de los europeos. Con sus suaves brisas marinas, es el mascarón de proa de todo el país, mostrando su rico patrimonio histórico al tiempo que mira hacia el futuro. Lisboa es una de las capitales más dinámicas de Europa.

Pero su popularidad se está viendo poco a poco igualada por la encantadora ciudad de Oporto. Con vistas al Duero, esta hermosa ciudad del norte tiene un carácter propio, como el antiguo barrio de Ribeira y sus coloridas casas. Aquí se produce el vino de Oporto, cuyo famoso aperitivo homónimo puede degustarse en una de las numerosas bodegas del barrio de Vila Nova de Gaia.

Una ciudad, pero también toda una región por explorar: a lo largo del Duero, los paisajes cubiertos de viñedos trabajados por el hombre desde hace siglos figuran entre los más entrañables del país. La belleza del paisaje y la Sierra de la Estrella se encuentran en las carreteras de la región Central, que cuenta con numerosos lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Coimbra, Tomar, Alcobaça, Batalha...

Otra región, la mayor del país,el Alentejo se compone esencialmente de vastas llanuras agrícolas salpicadas de encantadores pueblecitos, castillos medievales y antiguos monasterios. Aún poco conocido por los turistas, el Alentejo sigue siendo auténtico y salvaje. Paraíso de los excursionistas, hay mucho para detenerse durante todo un viaje.

Sin embargo, no debemos pasar por alto la inmensa costa atlántica, salpicada de hermosas playas y de numerosos y famosos puntos de surf: Nazaré, Peniche, Ericeira, la belleza de estos paisajes marinos se extiende hasta las playas de las penínsulas de Sétubal y Comporta, donde los lisboetas se refugian los fines de semana.

El litoral es realmente espectacular en la espléndida región del Algarve, de Faro a Sagres, alternando grandes calas de arena y acantilados azotados por el mar en pleno sur de Portugal: ¡magnífico en todas las estaciones!

Nuestra mirada se dirige entonces hacia el mar abierto y las espléndidas islas de Portugal, confeti esparcido por la inmensidad del Atlántico. Las Azores, siempre discretas, siguen presumiendo de naturaleza virgen, al igual que la cada vez más popular isla de Madeira, donde el paisaje es tanto un placer para el cuerpo como para la mente. De origen volcánico, estos archipiélagos son verdaderos tesoros para los amantes de la botánica y el senderismo.

Para ser un país tan pequeño, es fácil darse cuenta de que Portugal promete mucho, con la perspectiva de muchos más viajes a orillas del Atlántico: ¡es un destino que siempre tiene el viento a favor!

La gastronomía portuguesa es extremadamente rica y variada. Se considera una de las más eclécticas del mundo, gracias a sus múltiples influencias (morisca, ibérica, africana, india). Portugal fue uno de los países pioneros en la búsqueda de las especias de la ruta de las Indias Orientales, y éstas se encuentran en muchos platos locales. Una comida portuguesa suele consistir en una sopa o ensalada como entrante, seguida de un plato de carne o pescado.

El pescado emblemático de Portugal es, por supuesto, elbacalao (bacalhau), y se dice que hay tantas formas de prepararlo como días tiene el año. También encontrará lenguado, raya, calamar, atún y, por supuesto, sardinas. Generalmente se comen a la plancha, guisadas o en caldeirada, una especie de bullabesa, e incluso como postre o para desayunar.

La carne tampoco se queda atrás, y los portugueses son especialmente aficionados al cerdo. El plato más famoso procede de la región del Alentejo, en el sur: la emblemática carne de cerdo alentejana, a base de trozos de solomillo de cerdo cocidos con especias (cilantro), manteca de cerdo, bayas de pimiento rojo, ajo y aceite de oliva, guisados con almejas. En el norte, la sopa típica es el caldo verde, hecho con patatas y col, a veces acompañado de chorizo.

Para los golosos, los portugueses también son muy aficionados a los postres y otros dulces. Cada región tiene sus propios tesoros culinarios para terminar una comida con broche de oro. Los postres suelen ser a base de frutas, a menudo aromatizados con especias como la canela. También son muy conocidos los famosos pastéis de nata.

Portugal también es famoso por la calidad de sus vinos (especialmente los tintos). Los más famosos son, por supuesto, el vino de Oporto, elaborado en la ciudad del mismo nombre, y el vino de Madeira, producido en... Madeira.