Ginebra: Ciudad cosmopolita por excelencia

La ciudad que fue apodada la "Roma protestante" en tiempos de Calvino y la Reforma debe sin duda gran parte de su riqueza al espíritu laborioso y austero de los hugonotes franceses que llegaron aquí en gran número en la época de las Guerras de Religión. Un paseo por el casco antiguo y sus bonitas calles adoquinadas te dejará descubrir algunos de los edificios más antiguos de la ciudad, como la Torre Baudet (erigida en 1455-56), el antiguo arsenal, la Maison Tavel, que alberga el Musée du Vieux-Genève (Museo de la vieja Ginebra), la Catedral de San Pedro, el Collège Calvin, la Iglesia Rusa y la Plaza du Bourg-de-Four, donde antiguamente se celebraban ferias. Pero la fuerza de Ginebra reside también en su proximidad al lago Lemán, que bordea la parte sur de la ciudad y es una visita obligada para quien visite esta ciudad.

Fuera del casco antiguo, la Place Neuve está bordeada por el Gran Teatro, el Museo Rath y el Conservatorio. Frente al Grand-Théâtre, podrás pasear por el Parque de los Bastiones, con estatuas de los Reformadores. Dos calles paralelas, llamadas "calles bajas", te llevarán por el centro de la ciudad y sus numerosos comercios. Al otro lado del Ródano se encuentra el animado barrio de Pâquis, con sus famosos baños a orillas del lago y, detrás de la estación, el barrio de las Grottes, donde podrás echar un vistazo a la "casa de los pitufos".

Un paseo por los muelles de la orilla izquierda te llevará al Jardin Anglais, el Parc de la Grange y el Parc des Eaux-Vives, junto al famoso jet d'eau (chorro de agua) que aparece en todas las postales de Ginebra. En la orilla derecha, podrás visitar los jardines botánicos con su pequeño zoo y sus fabulosos parterres.

Por supuesto, no hay que perderse el Palacio de las Naciones Unidas y el Museo Internacional de la Cruz Roja. En cuanto a museos y galerías, la lista es larga. Entre los imprescindibles están el Museo de Arte Moderno, el Museo de Arte e Historia, el Museo de Historia Natural, el Museo Rath, el Museo de Etnografía y el Museo del Automóvil.

Un paseo por las orillas del lago Lemán es una buena manera de disfrutar de la ciudad, o un paseo en barco para admirarla desde lejos. Ginebra es la ciudad europea que más presupuesto dedica a la cultura, por lo que cuenta con numerosos museos, como el Museo Martin-Bodmer, el Museo Patek Philippe, el Museo Internacional de la Reforma y el Museo de la Cruz Roja, así como el Palacio de las Naciones, sede europea de la ONU.