Visita a la catedral de San Pedro de Ginebra

La construcción de la catedral de San Pedro de Ginebra comenzó a mediados del siglo XII y tardó casi un siglo en completarse. Sin embargo, el edificio ha sufrido muchas renovaciones y reconstrucciones a lo largo de los siglos, debido a numerosos incendios. En la actualidad, la arquitectura de la catedral es una mezcla de varios estilos, como el románico, el gótico y el neoclásico. En el siglo XVI, con la llegada de la Reforma protestante a Suiza, el interior de la catedral fue despojado de todos sus ornamentos y se borraron sus decoraciones pintadas. Sólo se conservaron las vidrieras.

Más tarde, en el siglo XVIII, la fachada medieval de la catedral fue sustituida por la neoclásica actual. Esta renovación corrió a cargo del arquitecto Théodore Labrouste, que también diseñó la biblioteca Sainte-Geneviève de París. La nueva fachada se adornó con estatuas y motivos esculpidos, que aún pueden verse hoy en día.

Más tarde, en el siglo XVIII, la fachada medieval de la catedral fue sustituida por la neoclásica actual. Esta renovación corrió a cargo del arquitecto Théodore Labrouste, que también diseñó la biblioteca Sainte-Geneviève de París. La nueva fachada se adornó con estatuas y motivos esculpidos, que aún pueden verse hoy en día.

La catedral cuenta también con una gran campana llamada "La Clémence", que fue izada en la torre norte en 1407. De las 45 campanas repartidas entre las dos torres y el chapitel de la catedral, es la más grande. Pesa nada menos que seis toneladas y dio su nombre a la torre en la que se aloja.

La catedral está abierta a los visitantes todos los días y la entrada es gratuita. Los visitantes pueden explorar el interior de la iglesia, subir a lo alto del campanario para admirar la vista panorámica sobre la ciudad y descubrir la historia de la Reforma a través de exposiciones y objetos históricos.

Por el camino, podrás visitar el yacimiento arqueológico de la catedral, especialmente valioso por su importancia histórica. En este espacio subterráneo se revela la historia de Ginebra. El yacimiento abarca desde el siglo III a.C. hasta la construcción de la actual catedral en el siglo XII. Bajo la catedral se encuentran los restos de iglesias anteriores, algunas de las cuales datan de finales del siglo IV.