Andalucía es una comunidad que siempre sorprende por su arte y su ambiente alegre y despreocupado. La cultura andaluza atrae todos los años a un gran número de visitantes, que quedan deslumbrados por el flamenco, los cantes, los tablaos, los toros y, por supuesto, por la belleza de sus monumentos y la encantadora mezcla de culturas y religiones.
En Córdoba y Granada se puede ver todavía los esplendores de la época musulmana, palacios, jardines y mezquitas, que se mezclan con la riqueza de la era cristiana. En Sevilla, su capital, se pueden admirar algunos de los monumentos más importantes de la arquitectura peninsular, como son la Catedral y la Giralda. Quien viene a Andalucía siempre disfruta de un paisaje variado (montaña, playas, pueblos) y maravilloso, así como de un Sol espléndido. En esta variada comunidad encontramos desde el techo de España en Sierra Nevada hasta playas ideales para el descanso en su zona este. Aquí, precisamente es donde se encuentra el parque natural del Cabo de Gata, en Almería, uno lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. En el oeste, se encuentran las Marismas de Doñana, un entorno único en el país, donde se dan lugar gran cantidad de aves acuáticas. Un destino ideal para practicar deporte, por un lado Sierra Nevada es el paraíso de los esquiadores: nieve en buenas condiciones la mayor parte del año gracias a su altitud. Además está cerca de Granada y se puede aprovechar para visitar la ciudad nazarí después de quitarse los esquís. Por otro lado las playas de Tarifa en Cádiz son el paraíso de los surferos. Un lugar ideal gracias al aire que recorre esa zona de costa y el oleaje. La Mezquita-Catedral de Córdoba y la Alhambra de Granada son sus dos lugares de mayor interés. Muestra conservada en perfectas condiciones del arte mudéjar, y reflejo de la vida en esta región bajo el Califato de Córdoba. Sevilla, la capital, es la ciudad más visitada y, posiblemente la que más encanta a los turistas. Famosa por la Giralda, un paseo a orillas del Guadalquivir bastará para que el viaje haya merecido la pena. Además, en Andalucía la gente es muy abierta y dispuesta. Los andaluces se caracterizan por tener un gran sentido del humor y saber vivir la vida.Se pueden adquirir cerámicas, guitarras, castañuelas, vestidos de flamenca, abanicos, bordados, artículos de madera y de hierro forjado y artesanía andaluza en cualquier lugar. En Sevilla tan sólo hay que darse una vuelta por la Campana y por las calles peatonales de Tetuán y Sierpes. La venta de cerámica es más típica en el barrio de Triana. En este último y en la zona de Los Remedios podemos encontrar multitud de tiendas de moda. Por otra parte, se organizan pequeños mercados en la Plaza del Duque y en la de la Magdalena, en los que se puede comprar una gran variedad de marroquinería. Córdoba, por su parte, se distingue por sus joyas y filigranas de plata. Las grandes firmas internacionales de joyas se agrupan en la Costa del Sol. Por último, Granada es especialista en marquetería, así como en artículos de hierro forjado y de cobre. Sus farolillos y rejas también son muy apreciados.
Las tapas representan la mayor tradición gastronómica de Andalucía. Podrás degustar las más variadas raciones de comida sobre la barra de un bar, en la terraza de una cafetería o en la mesa de un restaurante... acompañadas de un buen vaso de Jerez. Este vino, alabado por Shakespeare, se cultiva en la provincia de Cádiz. Fino, Amontidallo, Oloroso... se presenta en una decena de tipos diferentes. Para comenzar con los entrantes, el jamón (de Jabugo y de Trevélez) o el pescadito frito, abundante en esta región: en Sevilla, el pescado se corta en pedazos pequeños y se fríe adobado. En Cádiz es típica la fritura de lenguado salmonete, caballa y pescadilla. El gazpacho es otra de las especialidades de la zona: a base de aceite, ajo, tomate y trozos de pepino, cebolla, pimiento y pan. Destaca también por la preparación de los huevos a la flamenca: un plato de huevos cocinados al horno sobre una capa de tomates, chorizo, jamón, judías verdes, espárragos, etc. Otro plato típico es la carne de ternera a la sevillana, aderezada con aceitunas y regada con vino. En Cádiz se sirve el mejor marisco de la costa del sur: ostras de gran tamaño, gambas, almejas pequeñas y cangrejos de mar. Granada, por su parte, se caracteriza por sus habas a la granadina, siendo para muchos la ciudad con las mejores y más generosas tapas de todo el país. Para finalizar, las tortas de aceite, : un clásico entre los postres. Asimismo, puedes disfrutar durante la estancia de todas las frutas frescas de la zona: granadas, caquis, higos, fresas y naranjas.
Los más de 1000 años de hsitoria en esta región han hecho que la cultura sea muy variada. Esto hace que a su vez haya una variedad de fiestas tan amplia como su geografía. En primavera destacan las ferias y las romerías, en ellas se pone de manifiesto todo su artesanía, gastronomía, bailes, y creencias más destacadas. Las ferias más importantes son las de Sevilla y Málaga. Cádiz es la reina de los carnavales en la península y se cantan las famosas "chirigotas", canciones satíricas que resumen los temas más importantes del año en el país. En esta misma zona junto con la de Málaga encontramos muchos pueblos costeros, históricamente habitados por pescadores, y que actualmente son destinos vacacionales pintorescos y relajantes. Si te acercas por aquí no puedes marcharte sin probar el pescaíto frito. La Semana Santa es única en andalucía, los templos sacan en procesión sus más valiosos tesoros que son portados por los costaleros, siguiendo el itinerario de la procesión. La festividad del Corpus y las Cruces de mayo también son festividades religiosas muy importantes. La fiesta de los toros está muy arraigada en Andalucía, en donde se celebran corridas tres cuartas partes del año, en diferentes plazas de diversas ciudades. El flamenco y el cante son tradicionales de esta zona aunque también se practiquen en otras regiones. En el periodo estival se organizan festivales que suelen tener un gran éxito de público.
Flamenco, tapas, corridas... más allá de los tópicos, Andalucía se muestra como una región compleja. Sus habitantes combinan un espíritu modernista con un gran arraigo por las tradiciones.
Como en el resto de las grandes ciudades, lo ideal en Sevilla es perderse caminando entre sus calles y callejuelas, por esta razón, es conveniente llevar un buen calzado. Durante la Semana Santa, resulta prácticamente imposible caminar por el centro de la capital. Las calles están tan abarrotadas que puedes tardar horas en recorrer unos pocos metros. Si viajas en coche, es recomendable aparcarlo sobre la Ronda (rodea el casco histórico) y continuar el trayecto andando.
Para escuchar flamenco, La Carbonería, en el barrio de Santa Cruz, es un lugar que no te puedes perder. El ambiente es muy festivo. Una primera sala permite escuchar jazz en la intimidad, así como las improvisaciones del siguiente grupo que va a tocar. La segunda sala está acondicionada para el flamenco: cantaores, bailaores y músicos amenizan la velada hasta altas horas de la madrugada. Por último, un gran patio exterior permite disfrutar de la dulzura de la noche.