Valladolid se encuentra en el corazón de Castilla. Al igual que Salamanca, es una ciudad de estudiantes particularmente animada. Muchos españoles ilustres han estado vinculados a ella: aquí nacieron los reyes Felipe II y Felipe IV y murió Cristóbal Colón en 1506. Miguel de Cervantes, famoso autor de Don Quijote de la Mancha, vivió en la ciudad entre 1604 y 1606. Las calles más antiguas de la ciudad inspiraron a grandes escritores y literatos.
Desde la llegada del AVE a la que fuera capital de España durante 5 años en el siglo XVII, ésta se ha convertido en un destino ideal para pasar un fin de semana o unos pocos días libres. Cuando viajes a Valladolid, no olvides acudir a Campo Grande, una muestra de naturaleza en estado puro, visitar los numeroso museos o pasear por la plaza mayor.
En los últimos años la ciudad vallisoletana ha entrado con fuerza en el listado de los mejores destinos de enoturismo gracias a sus nada menos que cinco denominaciones de origen: Rueda, Cigales, Toro, Tierra de León, y por supuesto, una de las más detacadas a nivel nacional e internacional, la denominación de origen Ribera del Duero. A pesar de no tener tanta tradición como otras comunidades y provincias de España, la calidad de sus caldos e instalaciones la hacen merecedora de esta buena fama.
La zona de la Plaza Mayor es el centro neurálgico de la ciudad. Fue la primera plaza mayor regular de España, y sirvió de modelo, desde el siglo XVII, para otras muchas en España y Sudamérica. Es además el lugar ideal para comenzar tu ruta por la ciudad, ya que entorno a ella se encuentran las principales atracciones turísticas del casco histórico. Te recomendamos encarecidamente un paseo por sus calles cercanas y soportales te hará sentir el Valladolid más auténtico. Se trata de una de las plazas más grandes de toda España, hecha con el mismo modelo que las de Salamanca y Madrid, y en ella se suelen celebrar festivales y otras celebraciones populares.
Del centro de la ciudad no te puedes perder en primer lugar la curiosa e inacabada Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, así como la historia que alberga detrás, y su entorno, que alberga varios puntos de interés: la iglesia de Santa María La Antigua, una joya única que mezcla los estilos románico, gótico y neogótico; el edificio histórico de la Universidad de Valladolid, del siglo XVIII, así como su decoración escultórica (ni se te ocurra contar los leones si aún no has terminado la carrera) y el Palacio de Santa Cruz, donde se encuentra el rectorado y el Museo de la Universidad de Valladolid (MUVa).
También son de visita obligada la iglesia de San Pablo (para muchos la más bella de la ciudad), así como sus alrededores que albergan el Palacio Real, el palacio de Pimentel, y las cuatro dependencias del Museo Nacional de Escultura (alberga la colección escultórica española más importante de la Península y una de las más destacadas europeas): el Colegio de San Gregorio, la Iglesia de San Benito el Viejo, el palacio de Villena y el Palacio del Conde de Gondomar (Casa del Sol).
Otras atracciones turísticas que no te puedes perder de la ciudad son el Palacio de los Vivero, el Monasterio de las Huelgas Reales, los conventos de Santa Clara y de las Descalzas Reales, la iglesia Penitencial de Nuestra Señora de la Vera Cruz, en el extremo de la calle de la Platería, el Palacio del marqués de Valverde y el Palacio de Fabio Nelli, junto a ellos se encuentra además la plaza del Viejo Coso, la primitiva plaza de toros de Valladolid, muy curiosa de ver, al igual que lo es el Pasaje Gutiérrez, una auténtica sorpresa escondida en el centro de la ciudad que muchos turistas se pierden. Se trata de una galería comercial construida en 1885 al estilo europeo del momento, y que constituye junto al Pasaje de Lodares de Albacete, los únicos ejemplos de este tipo de construcciones en toda España. Es especialmente espectacular de noche, iluminada, por lo te recomendamos que finalices tu visita con un cóctel en el rincón más coqueto de la ciudad.
Son muchos los museos interesantes que se pueden visitar en Valladolid: el Museo Nacional de Escultura Policromada, el Museo Oriental, el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Españolo el Museo de la Ciencia son buenos ejemplos. También hay que destacar las Casas Museo de tres grandes de la historia de España como fueron Cristobal Colón (que vivió y murió en la ciudad), José Zorrilla y Miguel de Cevantes, que escribió parte de la obra más destacada de la literatura española y de las principales de la literatura universal, Don Quijote de la Mancha, en Valladolid.
Un paseo por Campo Grande te permitirá disfrutar de la naturaleza a la par que del ambiente de este gran parque urbano, ubicado en el corazón de la ciudad. Creado en el siglo XVIII, en un principio se llamó "Campo de la Verdad". La zona del estanque es especialmente bonita para relajarse en un entorno bucólico. Además si vas con niños o si te pica el espíritu marinero, podrás dar un paseo en barca para navegar por sus tranquilas aguas, y dar de comer a los patos. Tampoco te puedes perder su entorno. Paralela se encuentra la Acera de Recoletos, gran arteria de expansión de la burguesía que mantiene edificios de finales del siglo XIX y principios del XX, como la Casa Mantilla, de 1891, de estilo ecléctico y con inspiración renacentista, o la modernista Casa del Príncipe, de 1906. La plaza de Colón y la plaza de Zorrilla son otros dos enclaves imperdibles, especialmente esta última por albergar la impresionante Academia de Caballería de Valladolid, que data de 1915 y que es un edificio historicista rematado por chapiteles similares a los que caracterizaron a los palacios de los Austrias. Además, de ella parten las principales calles de la ciudad: las calles Miguel Íscar, Duque de la Victoria y la plaza España, así como el principal bulevar de la ciudad, la Calle Santiago, que desemboca en la plaza Mayor.
Valladolid cuenta con un clima mediterráneo continentalizado, que se caracteriza por temperaturas muy extremas. Los veranos son muy calientes, secos y mayormente despejados y los inviernos son muy fríos y parcialmente nublados. Como en otras ciudades de Castilla y León, es recomendable evitar las épocas más frías para visitarla, pues las temperaturas bajas y una sensación térmica incluso inferior, pueden incomodar tu visita.
Si antes hemos destacado la gran calidad de los vinos de la provincia, ¿qué mejor forma de acompañarlos que con unas buenas tapas y pinchos? Esta es una actividad muy recomendable, y de la que podrás disfrutar tanto en los bares como en los diferentes concursos que se celebran a lo largo del año.
Original de la zona es el famoso pan de Valladolid, de especial blancura y distinguido sabor, hasta el punto de haber obtenido el honor del distintivo "Pan de Valladolid, Marca de garantía". Entre los quesos cabe destacar el artesanal de oveja que se realiza en diferente lugares de la provincia, a destacar el queso de Villalón, curado o semicurado.
En cuanto a sus platos típicos destacan los platos de cuchara: sopas de ajo, el cocido elaborado lentamente en puchero a la lumbre y las lentejas guisadas elaboradas con la variedad pardina propia de Tierra de Campos, entre otros. Pero sin duda alguna, los platos estrella son las carnes. Destacan especialmente el pichón o palimino de Tierra de Campos, que se cocina siguiendo muy diversas recetas, y el tradicional lechazo asado. Los postres también son un fuerte en la provincia. Repostería como rosquillas de palo y de trancalapuerta
, bizcochos de Santa Clara y bizcochos de cura, mantecados de Portillo (también llamazos zapatillas o portillanos), hojaldres, tejas de almendra, roscos de yema, hojuelas, amarguillos... un sinfín de dulces entre los que no sabrás escoger. Sin embargo, te recomendamos que no te vayas sin degustar un abisinio, pues son unos unos deliciosos bollos de masa frita rellenos de crema pastelera.
Para los amantes de los vinos no cabe mejor recuerdo que una botella de un buen Ribera de Duero. Las pastas y dulces de la zona también soy muy recomendables, sobre todo los que hacen en el Monasterio de Santa Isabel, regentado por las hermanas Clarisas. Y si lo que buscas es un recuerdo para siempre, lo que te recomendamos es la típica figurita de nazareno, de su tradicional Semana Santa, de Interés Turístico Internacional . Las podrás encontrar en las tiendas se suvenires aledañas a la Plaza Mayor.