La parte norte de la península es un auténtico paraíso para los excursionistas y los amantes de la naturaleza, que se lo pasarán en grande por el sendero costero barrido por una suave brisa marina. Comenzaremos nuestra exploración en el pequeño pueblo de Saint-Armel, con sus famosas salinas, cuya superficie iridiscente se ilumina con mil fuegos a la luz del sol. La zona es especialmente apreciada por los ornitólogos, que podrán observar a sus anchas las numerosas especies de aves migratorias que han encontrado aquí refugio.
Morbihan