Cuenta la leyenda que esta cascada alguna vez fue un hombre que osó robar el espejo encantado de la protectora de este bosque, una bellísima lamia –una suerte de ninfa–. Furiosa por el hurto, lo convirtió en este salto de agua de más de 100 metros de altura que cae con fuerza en el corazón del Parque Natural del Gorbeia, uno de los parques más extensos del País Vasco.
Aunque esta cascada es la más grande y más conocida, a lo largo del trayecto dentro de este parque hay otras siete más pequeñas. El paso del agua en las rocas ha esculpido con su erosión unas formas extraordinarias y le dan a la gran caída un entorno en el que hace más fácil creer que aquí hay lamias.
Para llegar lo más fácil es salir de Vitoria, aunque Bilbao también es una buena opción. Lo ideal es ir en coche y dejarlo a la entrada del bosque, que está antes del pueblo de Goiuri. Hay un cartel que señala el aparcamiento y el mirador de Gujuli.
📍Ruta