Donde confluyen los ríos La Nube y Adour, Bayona se levanta como una de esas ciudades que son resultado de una gran mezcla de culturas. Vasca y Gascona, esta ciudad tiene buena comida, buena fiesta y buena pinta: su arquitectura atrae a cientos de turistas de todas partes que añoran ver sus murallas, el castillo viejo, la catedral gótica, su claustro y las callecitas antiguas que parecen haber sido impresas desde un cuento ilustrado.
Una de las principales razones por las que esta ciudad ha obtenido fama mundial es por las Fiestas de Bayona, que suceden en verano, todos los años. Es la versión de los Sanfermines de Francia, y atraen a por lo menos un millón de personas a correr con toros, bailar en las calles, desfilar con las tamboradas y comer delicioso.