Eivissa es una ciudad cargada de historia, testigo de los numerosos movimientos e invasiones que han tenido lugar en el Mediterráneo a lo largo de los siglos. En el año 654 los cartagineses construyeron la ciudad de Ibosim, una fortaleza estratégica y comercial, además de excelente puerto natural. Luego encontraron las riquezas en las salinas de la isla, que empezaron a explotar. De esta época púnica se conserva muy bien la necrópolis de Puig des Molins.
Tras la caída de los cartagineses en 146 a.C., Ibiza se convirtió en un hervidero de piratería antes de ser invadida por el Imperio Romano en el año 70 d.C. Después fue invadida por los vándalos de Genserico, los bizantinos y el emirato de Córdoba. Tras haber sido musulmana durante mucho tiempo, Ibiza fue objeto de una violenta reconquista cristiana por Jaime el Conquistador en 1229, y quedó definitivamente bajo dominio catalán. A lo largo de los siglos, siguió siendo refugio de piratas y corsarios, que sin duda dejaron su huella en el imaginario de la ciudad. Incluso puedes ver un monumento en su honor en medio del Passeig Maritim del puerto.