Tras dejar las maletas en el Hôtel d'Aragon, no lejos de la estación, el fin de semana comienza en el centro de Montpellier, descubriendo las pequeñas boutiques, las calles adoquinadas y las grandes plazas donde comer o tomar un café.
Por la mañana, diríjase a la plaza Saint Roch para descubrir la iglesia del siglo XIX. Esta joya arquitectónica está rodeada de cafés y restaurantes.
Después de contemplar el edificio, diríjase a la rue de la loge para ir de compras, donde encontrará la mayoría de las cadenas de tiendas. Pasando por la rue de l'Ancien Courrier, encontrará boutiques de diseño y tiendas de interiorismo.