San Miniato al Monte y las mejores vistas de Florencia

Lejos del esplendor de las grandes iglesias del corazón de Florencia, San Miniato al Monte revela sus encantos de forma más discreta. La pequeña basílica se asienta en lo alto de una colina que domina Florencia, atrayendo a curiosos en busca de buenas fotos.

La Basílica de San Miniato al Monte, uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica florentina, comenzó a construirse en el siglo XI. La iglesia está dedicada a uno de los grandes mártires de la ciudad, San Minias, que fue ejecutado en época romana (250 a.C.), torturado en el antiguo anfiteatro por negarse a adorar a los dioses paganos. El futuro santo fue decapitado en la Puerta de la Cruz, donde se ejecutaba a los cristianos.

Al igual que San Denis en París, se dice que recogió su propia cabeza y se dirigió a la colina donde ahora se alza la iglesia dedicada a él. Los florentinos celebran San Miniato todos los años el 25 de octubre.

Pasada la fachada de mármol policromado, se accede a un edificio ricamente decorado con frescos y mosaicos, que cubren sobre todo la bóveda del ábside: a la derecha de Jesús, nuestro San Miniato está representado frente a la Virgen.

Adyacente a San Miniato al Monte, el monasterio benedictino, aún en funcionamiento, está casi siempre cerrado al público. Domina el cementerio de Porte Sante, ¡donde está enterrado el autor de Pinocho! Más allá, Florencia, la ciudad, deja paso a la campiña toscana: hermosas propiedades disfrutan de un entorno verde, a la sombra de cipreses y olivos...

El recorrido continúa a pie, pasando por la pequeña iglesia de San Salvatore al Monte, aún en lo alto de la colina, para llegar a una conocida plaza de Florencia: Piazzale Michelangelo. Debe su nombre al famoso escultor, de quien puede verse en la plaza otra copia de su obra maestra, el David de Miguel Ángel.

Esta explanada forma un mirador con una vista impresionante de toda Florencia. No es difícil entender por qué el 80% de las postales de la ciudad están tomadas desde el Piazzale Michelangelo.

La vista abarca todo el Centro Histórico y los barrios más emblemáticos de Florencia. No lejos de la Basílica de la Santa Cruz, destaca claramente la cúpula del Duomo de Florencia, acompañada como siempre por la alta torre del Palazzo Vecchio, y prolongada por el Ponte Vecchio que cruza el Arno: ¡una antología de los tesoros de Florencia, en un panorama único!

Desde Piazzale Michelangelo, sólo hay que caminar unos minutos para llegar al barrio de San Niccolo, uno de los más auténticos y animados de Florencia: el lugar ideal para encontrar un pied-à-terre florentino.