Hasta su construcción en 1849, no había más remedio que cruzar el Danubio en barco, o bien había que esperar a inviernos muy duros para poder cruzarlo a pie sobre el grueso hielo. Pero si el hielo no era lo bastante fuerte, era imposible cruzar, ni en barco ni a pie. Fueron estas difíciles condiciones climáticas las que impulsaron la construcción del puente. Finalmente se construyó el 20 de noviembre de 1849, tras 20 años de obras. Como en muchas ciudades del mundo, los puentes fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial. El puente actual es una reconstrucción que se inauguró 100 años después del original, en 1949.
