La restauración es otro de los platos fuertes del Hotel Adler ya que se trata de una cocina de gran nivel abanderada por el chef Antonio Carmona y servida en un elegante restaurante. Éste consta de 11 mesas coquetamente vestidas, en las que no falta una impecable vajilla y cristalería. La carta, que cambia unas cuatro veces al año, ofrece cada mes una especialidad. Algunos platos incluidos: carpaccio de atún rojo con germinados; bacalao al pil pil y vinagreta de tinta de chipirones; cochinillo confitado con puré de batata; arroz cremoso con trufa y foie gras. El precio medio del plato es de unos 20 euros, por lo que una comida o cena puede salir por unos 65 ó 70 euros, dependiendo del vino elegido. Asimismo, el hotel propone para la cena el llamado «menú especial noches del Adler», que se trata de un menú degustación de cuatro platos con vinos de la casa y postres por un precio de 55 euros. La bodega, con referencias nacionales e internacionales, es igualmente de calidad, con todo tipo de vinos, incluso dulces para los postres. El restaurante tiene entrada directa desde la calle (Goya, 31), y de hecho recibe en su mayoría a comensales de fuera. Asimismo consta de un reservado para 14 personas, donde numerosos políticos y personalidades han compartido mesa y mantel. Desde el restaurante principal se sirve también el desayuno, que puede ser a la carta o continental. El primero incluye zumo natural (naranja o pomelo), fruta de temporada, mermeladas, plum cake, yogures, cereales, torrijas, platos calientes preparados al momento (huevos, tortillas, bacon, salchichas, etc.), quesos y embutidos por unos 27 euros. El continental, por 16 euros, consta de zumo, bollería y selección de confituras. El apartado gastronómico se complementa con un room service que funciona las 24 horas con un nutrido grupo de sugerencias, incluidos vinos y espumosos, así como varios platos del menú a las horas del desayuno, almuerzo y cena. Además, no hay que olvidar el servicio de bar, que también está operativo a cualquier hora del día.