Éste es uno de los platos fuertes del hotel puesto que se trata de una gastronomía de calidad, la cual disfrutan no sólo huéspedes sino también clientes llegados de fuera. Bajo el nombre de MEP (las siglas del hotel), se trata de un acogedor restaurante, de ambiente íntimo, con capacidad para unos 35 comensales. Está recomendado por la Guía Michelin en sus ediciones de 2007 a 2011. De corte clásico y elegante, destaca en él la coqueta pared forrada en tela italiana en tonos beige y azul. Entre las especialidades: foie de pato casero, gambas con fideo chino, pez espada con vinagreta o carpaccio de frutas con infusión de moras. Su carta de vinos incluye unas 40 referencias nacionales e internacionales. Destacan algunos detalles cuidados, como la inclusión en las mesas de pulverizadores de moscatel y brandy que permiten dar un toque gourmet al plato. Para el almuerzo, el restaurante propone un menú, que cambia cada día al precio de 19 euros compuesto por cinco primeros, otros tantos segundos y postres. También se puede comer a la carta, por un precio medio de 30 euros. Esta carta se compone de 14 entrantes, cinco pescados, cinco carnes y unos ocho postres. La cafetería, situada justo enfrente de recepción, abre de 11:00 a 12 de la noche, horario que se amplía hasta las 02:00 de la madrugada los viernes y sábados. En él se pueden tomar bebidas así como picar sándwiches y tapas. El desayuno se sirve bajo la bóveda del lobby, un agradable lugar para empezar el día. Se trata de un nutrido bufé integrado por zumos (incluido natural de naranja), frutas, embutidos, cereales, yogures, así como platos calientes preparados en el momento, entre otras propuestas. El precio medio ronda los 15 euros. Este apartado se completa con un room service que funciona hasta las 24 horas, gracias al cual se pueden solicitar bebidas y cualquier plato incluido en la carta del restaurante.