Es uno de los hoteles más modernos de Madrid puesto que para su apertura, a finales de 2010, se rehabilitó por completo el edificio y se crearon todos sus interiores tratándose así de un establecimiento a estrenar. Aunque su apertura es reciente, se trata de un lugar cargado de historia. En él residieron los condes de Montijo y de Tepa. Además, en el terreno donde se construyó estuvo durante años la antigua Fonda de San Sebastián, lugar de reunión para las tertulias literarias del siglo XVIII en las que participaban, entre otros, Nicolás Fernández de Moratín o Gaspar Melchor de Jovellanos. En recuerdo de estas reuniones, luce una placa en el actual hotel. El palacete fue destruido por un incendio a comienzos del siglo XX, confiscado durante la Guerra Civil y transformado en local de oficinas y academia de peluquería después. Su restauración para convertirlo en hotel respetó su estructura y detalles como unas bóvedas de ladrillo o los balcones. Esta reconversión ha corrido a cargo del arquitecto e interiorista Ramón Esteve. En la planta baja se esconde un pequeño espacio llamado «Living room VIP» donde los clientes pueden tomar un café o refresco por cortesía del hotel. Al lado se encuentra un pequeño business center que incluye un par de ordenadores con conexión a Internet e impresora. Aunque no hay spa o sauna, muy cerca del hotel se encuentra un completo gimnasio, Metropolitan, que ofrece estos servicios con precio especial a los clientes de Palacio de Tepa. Eso sí, el hotel alberga un gimnasio, que a pesar de no ser muy grande su uso es gratuito y permanece abierto las 24 horas. Agua, bebidas isotónicas, manzanas, prensa y toallas están a disposición del cliente y sin cargo en una sala que precede la de máquinas de musculación. Los equipos son de última generación. Además, se puede conectar un Ipod en un reproductor o contar con la ayuda de entrenador personal (previa reserva). A las familias les interesará saber que existen habitaciones comunicadas y que el hotel tiene acuerdos con una floristería situada enfrente para la celebración de talleres o actividades dirigidas a los pequeños. El hotel dispone de una carta de tratamientos de belleza, que incluye masajes de todo tipo (como el «jet lag»). También cuenta con una llamada «carta de mimos», con diversos tipos de almohadas, velas, sales de baño, esponjas y música. Como colofón, existe una carta de «servicios premium» que incluye: traslado VIP en limousine o vehículo privado con chófer; VIP desk o información personalizada para cualquier deseo relacionado con el ocio; mayordomía, personal shopper, etc. todo ello supervisado por un atento responsable del llamado «guest relation».