Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
Acogedor y recogido hotel situado a pocos metros de Gran Vía, el Petit Palace San Bernardo agrupa habitaciones modernas y ofrece un buen desayuno cada mañana como para llevarse un buen recuerdo de la estancia. La gratuidad de servicios como el Wifi y el uso de bicicletas así como la atención del personal son otros valores añadidos de este establecimiento de la cadena High Tech.
Petit Palace San Bernardo - © L. Asenjo / EASYVOYAGE
Petit Palace San Bernardo - © L. Asenjo / EASYVOYAGE
El hotel goza de una buena situación ya que se encuentra en una animada calle perpendicular a la emblemática Gran Vía. La centenaria Gran Vía concentra una importante oferta de ocio, gastronomía y comercio de la ciudad. Asimismo, agrupa un buen número de cines y teatros, y de hecho es conocida como el «Broadway madrileño». La calle del Petit Palace San Bernardo es igualmente muy comercial. La Puerta del Sol o el Palacio Real son otros atractivos situados a minutos a pie del hotel. En cuanto a transportes, también se trata de una buena dirección puesto que tiene de todo a mano: paradas de taxi y de autobús a pocos metros, e igualmente de Metro (Gran Vía, líneas1 y 5; Callao, líneas 3 y 5). A menos de cinco minutos se encuentra la estación de Sol, que combina metro y trenes de Cercanías. Dista unos 17 kilómetros del Aeropuerto de Barajas.
El hotel cuenta con un total de 57 habitaciones de las que 12 son familiares; cuatro, superiores y el resto, estándar. Todas las habitaciones, independientemente de la categoría, incluyen ordenador con conexión a Internet (de uso gratuito), televisor de pantalla plana, mesa de escritorio, minibar (con bebidas alcohólicas), caja fuerte gratuita, revistero, ducha con hidromasaje, moqueta, secador de pelo (tipo pistola), amenities, etc. El estilo es funcional a la par que vanguardista, lo cual favorece la comodidad de la estancia. Las habitaciones familiares se diferencian del resto por ser mayores en superficie y albergar unas literas. Las superiores, por su parte, añaden una bicicleta estática. Dos de las habitaciones están habilitadas para minusválidos. Las vistas de las habitaciones son a la calle San Bernardo y a un patio interior (el 40%) que luce un jardín colgante de un hotel vecino (Mercure Madrid Santo Domingo). El cliente puede solicitar sin cargo el refuerzo de amenities así como un albornoz durante la estancia. Las cuatro habitaciones situadas en la planta baja disponen de una pequeña terraza a modo de patio que incluye una mesa con un par de sillas. Por su parte, la sexta planta alberga habitaciones abohardilladas y de mayor superficie, por lo que éstas son las catalogadas de superiores.
El hotel, inaugurado en el año 2006, se instala en un edificio con encanto que anteriormente hizo las veces de bloque de viviendas. De él se conserva la fachada, la estructura y unas elegantes y brillantes escaleras que los huéspedes del Petit Palace San Bernardo pueden usar para acceder a sus estancias, además del ascensor. El lobby, situado en la planta baja, se integra con el desayunador y una zona de descanso en la que se instalan un par de sofás. Prensa gratuita y una buena iluminación gracias a unos grandes ventanales con vistas a la calle son otros detalles de este primer contacto del cliente con el hotel. Las paredes, ornamentadas con discretos motivos vegetales en tonos blanco y negro, aportan un ambiente vanguardista y acogedor.
El hotel dispone de un restaurante que únicamente ofrece el servicio del desayuno. Esto lo hace cada día de 07:30 a 10:30 horas en forma de bufé. Se trata de un escaparate de productos como zumos, fruta, cereales, yogures, pan, bollería, etc. Cabe tener en cuenta que la oferta gastronómica de la zona en la que se ubica el hotel es bastante amplia por lo que a pesar de no estar cubiertos el servicio de almuerzo y cena en el hotel, el cliente tiene a pocos pasos restaurante de toda índole y para todo tipo de bolsillos.
El hotel forma parte de la cadena hotelera de origen vasco High Tech, caracterizada por abanderar hoteles céntricos de no más de un centenar habitaciones e incluir comodidades como ordenador en la habitación y ducha con hidromasaje. Otra seña de identidad de la cadena es el sello del pintor y escultor vasco Agustín Ibarrola, que además de haber diseñado el logotipo de High Tech es el autor de fotografías e inspirador del interiorismo de estos establecimientos. En concreto, la marca «Petit Palace» se identifica con hoteles emplazados en edificios con cierto encanto en los que se mantienen buena parte de la estructura y elementos originales, combinándolo con una decoración vanguardista. El Petit Palace San Bernardo ofrece a sus clientes diversos servicios sin coste. Éstos son el servicio bicicletas, de 09:00 a 21:00 horas; de Wifi, por todas las instalaciones del hotel, y de prensa (varios periódicos y la «Guía del Ocio», a disposición de los huéspedes junto a recepción. También gratuito es el uso de un par de ordenadores con conexión a Internet que están en la planta baja. Otro detalle a agradecer es el servicio de café, zumos y agua, disponible las 24 horas en el lobby del hotel, cortesía del Petit Palace San Bernardo con sus clientes. Aunque no cuenta con aparcamiento pripio, el hotel tiene un acuerdo con un parking situado junto al hotel (en Ópera) donde los clientes pueden disfrutar de un 15% de descuento. Asimismo, ofrece el servicio de transfer al aeropuerto, pero siempre bajo petición y con cargo. Las mascotas, como perros o gatos, son las bienvenidas en este hotel puesto que tienen a su disposición un recipiente para el agua y una pequeña cama cortesía del establecimiento.
masaje, salón de belleza, EPA, baño turco
gimnasia, btt
Anonyme.
Petit charmant au coeur de Madrid, idéal pour faire la ville à pied. Très peu de chambre donc très peu de monde dans les couloirs et au petit déjeuner. Décoration moderne.
Silencieux - nombre de chambres (très peu) situation
collé à un grand hotel (beaucoup de car devant)
Tryp Ambassador es un establecimiento elegante instalado en un antiguo palacio, a dos pasos de la ópera. Un hotel con encanto y de carácter que seducirá a los aficionados a la historia y la cultura, pero también para los sibaritas gastronómicos, con su restaurante soberbio instalado en el jardín de invierno, que es el hábitat de un simpático papagayo.
El famoso luminoso de Schweppes de Gran Vía forma parte de la fachada de este hotel, instalado en uno de los edificios más emblemáticos y fotografiados de Madrid. El Vincci Capitol es un establecimiento de lujo que ofrece habitaciones de vanguardia, un par de terrazas con vistas a toda la ciudad y un spa para disfrutar de las bondades del agua en un ambiente íntimo. En su interior incluye también varios guiños al cine, en honor a su ubicación en el «Broadway madrileño», así como una habitación en homenaje a la marca de bebidas que luce en su exterior. Se trata de un hotel moderno. De hecho, abrió sus puertas en 2007.
Situado frente al Teatro Real y famoso por la ópera que ameniza las cenas en su restaurante, este cuatro estrellas emplazado en pleno Madrid de los Austrias hace honor a su nombre. Inaugurado hace cerca de 50 años, renovó integralmente sus instalaciones en 2008 por lo que se trata de un hotel moderno que a sus 80 habitaciones suma varios espacios para el relax del cliente, además de una sauna y gimnasio desde donde se puede contemplar una bonita panorámica de la ciudad.
Emplazado en un edificio con encanto de finales del XIX y en pleno corazón de la ciudad, el Hotel Preciados agrupa habitaciones confortables y elegantes junto con un restaurante de calidad. Dicho restaurante mantiene el romanticismo del antiguo Café Varela, situado en este mismo lugar y donde pasaron grandes de la literatura como Unamuno. Modernas instalaciones, la tranquilidad de una calle peatonal, hermosas vistas al Madrid más castizo y un amable personal son otros de los valores añadidos de este cuatro estrellas inaugurado en 2001.
Sentirse por unos días estrella de teatro, con el glamour propio de los años 20, es posible en este hotel que antiguamente albergó un mítico cine y está situado en el llamado «Broadway madrileña» (la Gran Vía). En su exterior luce una fachada de los años 40 mientras que por dentro es un claro reflejo de las últimas tendencias en decoración que recrea camerinos y otras estancias propias de un teatro. Es así un buen lugar para una estancia de negocio o placer en pleno centro que no defraudará a los amantes de la vanguardia. Comparte edificio con un teatro, siendo ambos establecimientos independientes.
En pleno centro de Madrid, este cuatro estrellas agrupa habitaciones de estilos para todos los gustos puesto que consta de estancias de vanguardia, cada una con una decoración diferente, así como de otras de corte clásico y elegante. Ello es posible a la fusión de dos hoteles en uno, lo que ha supuesto el crecimiento del hotel no sólo en capacidad sino también en calidad de instalaciones. Éstas son modernas, luminosas y confortables y entre todas destaca un restaurante que, a pesar de su corta edad, se ha ganado la fama entre los madrileños, así como una coqueta piscina con una deliciosa panorámica de la ciudad.
Situado en la emblemática Gran Vía, el Hotel Rex es un sencillo establecimiento de 145 habitaciones que ofrece como instalaciones comunes un salón de relax, desayunador y peluquería. El lobby y recepción no se encuentra a pie de calle, como es de esperar, sino una planta más abajo, si bien en ella se agrupan varias zonas para el descanso del cliente, incluyendo unos ordenadores de uso gratuito. Habitaciones confortables y amplias, de estilo clásico y algo antiguo, protagonizan la estancia en el Rex, beneficiada por una ubicación fabulosa.
De corte clásico y situado a pocos metros de la centenaria Gran Vía, este cuatro estrellas agrupa habitaciones sencillas, un coqueto restaurante así como un centro de negocios para celebrar reuniones y eventos. De la decoración, destacan diversas piezas antiguas, algunas de gran valor. De las habitaciones, sorprende en algunas la apariencia por ser en algunos casos antigua y no siempre la esperada para un establecimiento de su categoría.
Idealmente situando en el corazón del barrio de los museos y cerca del parque de Retiro, Westin Palace es una dirección mítica de la capital, un palacio verdadero y previsto al principio para recibir a grandes personalidades.
Conocido durante años como «el hotel de los Beatles (The Beatles)» y abanderado tradicionalmente con la marca Tryp, el Gran Meliá Fénix es hoy en día el buque insignia de la cadena Sol Meliá en la capital española. Se trata de uno de los establecimientos de «alto standing» de la ciudad que ofrece habitaciones elegantes, confortables y dotadas de última tecnología desde una ubicación privilegiada. Entre sus encantos, algunas habitaciones con jacuzzi y vistas a la Plaza de Colón.
Instalado en el corazón del barrio de las Letras, el barrio literario de Madrid, el hotel Villa Real es un establecimiento elegante admirablemente decorado. Hotel moderno donde el arte jamás está lejos, gracias a su colección de objetos por todas partes, particularmente de antigüedad griega y romana. Una dirección de gama alta situada en el corazón de Madrid.
Uno de los hoteles más vanguardistas de Madrid, de estilo ecléctico y ambiente geek, el ME Madrid, de la cadena Sol Meliá, está dirigido a huéspedes cosmopolitas, ya sean de perfil business o placer. Se encuentra en una de las plazas más concurridas del corazón de la ciudad y ofrece diversos rincones para el ocio nocturno así como una rica gastronomía de fusión. Habitaciones en las que no faltan detalles ligados a la última tecnología; ambiente musical y de aroma tropical en cada rincón así como un personal dinámico son otros atributos de este hotel coronado por una deliciosa azotea que ofrece una maravillosa panorámica. El ME recuerda a un hotel neoyorquino por la vida propia que adquiere su restaurante y terraza, donde se celebran habitualmente eventos de corte VIP bajo el sello de la factoría Gerber Group.
Lujo y discreción se dan la mano en este establecimiento situado en plena «Milla de Oro» madrileña, en concreto en la confluencia de dos de las calles con más glamour (Goya y Velázaquez). Diseño elegante y con nombre propio (Pascua Ortega); piezas de artistas como Miró, Chillida o Tapiès; gastronomía de primer nivel y un servicio digno de su categoría son otros de los valores añadidos de este cinco estrellas que permite al huésped disfrutar de los grandes placeres de la hostelería de lujo tradicional.
Hotel de lujo y emblemático de Madrid, el Wellington es también un establecimiento taurino por cuantos toreros y eventos ligados al ruedo ha alojado desde su apertura, en los años 50. Se encuentra en una de las calles más glamourosas de Madrid, ofrece habitaciones confortables y desde hace unos años alberga dos importantes referencias gastronómicas en la capital. Uno de sus restaurantes tiene la codiciada estrella Michelin. Así el Wellington es un gran hotel de alto standing, que además de histórico sabe adaptarse a los nuevos tiempos. De hecho, en 2010 ha renovado todos sus salones.
Totalmente renovado a finales de 2009, este hotel de ambiente cosmopolita agrupa 360 confortables habitaciones, tratándose de un gran lugar para una estancia de negocios o placer. Una cocina de gran nivel, donde se incluye un selecto menú y una digna carta de cócteles; Wifi gratuito, gimnasio y una deliciosa azotea que acoge ya míticos «after work» a ritmo de un célebre dj (Fernan Disco) son otros valores añadidos para el huésped. Situado a apenas 500 metros del Parque del Retiro, su distancia al puro centro de Madrid (la Puerta del Sol está a casi 3 kilómetros) lo convierte también en un buen lugar para el relax al tratarse de un barrio tranquilo. Forma parte de la cadena hotelera Fiesta Hotel Group.
Situando en el corazón del barrio de los museos y cerca del parque del Retiro, el Ritz Madrid es una dirección mítica de la capital, un auténtico palacio, construido originalmente para recibir a grandes personalidades. Este establecimiento de lujo, que es miembro del sello The Leading Hotels of the World, es ideal para los que se quieran sentir un par de noches como una estrella... se tiene la sensación de estar durmiendo en el Castillo de Versalles! Una dirección de alto standing, con un nivel alto y un confort irreprochable, sin olvidar que ofrece una gastronomía que embriaga al paladar.