El hotel consta de 132 habitaciones, divididas en varias categorías. En concreto, se trata de 15 Premium; tres Fitness, cinco Family y el resto, estándar.
Las habitaciones estándar tienen una superficie que ronda los 20 metros cuadrados, si bien algunas de ellas son mayores. Todas incluyen una cama amplia y confortable, mesa de escritorio, televisión de pantalla planta, caja fuerte gratuita, minibar, sillón de lectura, reposa-maletas, secador de pelo (tipo pistola, con difusor), espejo de aumento, bañera con mampara y amenities. Todas son muy luminosas, efecto que aumenta por el color blanco de los tejidos, que es el protagonista de las estancias junto a unos cuadros con fotos a color de los rincones más emblemáticos de Madrid.
Las habitaciones Premium se instalan en los coquetos torreones góticos del edificio e incluyen, entre otros pluses, albornoz, zapatillas, calentador de agua, una cama de mayor tamaño y colchón más alto y plancha. En cuanto a las Fitness, además de detalles como el albornoz y zapatillas, también incorporan un detalle a agradecer por parte de los deportistas. Se trata de un equipo para hacer ejercicio, que puede ser una cinta de correr o una bicicleta estática, así como toallas extra, una colchoneta, una camiseta, prensa deportiva y agua mineral. En cuanto a las Family, añaden a la cama doble unas literas ambientadas con una película infantil con cuya productora el hotel tiene un acuerdo. Asimismo, en estas habitaciones se ofrecen detalles de cortesía a los pequeños, que suele ser un juego o unas pinturas para dibujar.
Las vistas que ofrecen las habitaciones son a la calle Gran Vía (unas 35), a la calle Mesoneros Romanos (y vistas al edificio del Grupo Prisa) o a un patio interior.